Concejos de
una especialista para dar realce y
vida a lo que nos rodea.
De
todo lo que nos rodea, nada tan personal o revelador como los colores
que elegimos. Son una válvula natural de auto expresión y tienen en
nuestra vida un poderoso efecto, tanto estético como psicológico.
Representan la manera más rápida y barata de transformar nuestro
ambiente más inmediato.
Todo
lo que uno desee se puede encontrar en los colores de nuestra
preferencia. Actualmente, los fabricantes ofrecen doce mil tonos
diferentes ( sin contar los blancos y los negros ) para pintura de
paredes, alfombras, telas, manteles individuales y ceniceros. El
problema radica en elegir ¨ nuestros ¨ colores y combinarlos de
modo que produzcan el efecto deseado y sean fuente de satisfacción
espiritual. Para lograrlo, es indispensable conocer, siquiera
ligeramente, el complicado fenómeno del color.
El
color es lo primero que percibimos como adultos; nos habla más
directamente que la forma. La luz y el color están íntimamente
relacionados. Los pigmentos absorben ciertas longitudes de ondas
luminosas y reflejan las restantes, que son las que el ojo percibe.
El objeto que absorbe casi todas las ondas se ve negro, que es en
realidad la ausencia de color. Por otra parte, el blanco está
formado por todos los colores del espectro.
Cada
uno de los tres colores primarios tiene sus propios matices
emocionales. El
rojo es provocativo,
cálido, vital.
Tiene cierta
connotación de éxito.
En las ceremonias oficiales se suelen tender una alfombra roja
para que pasen las personalidades. Nuestra sangre circula más de
prisa cuando ¨ enrojecemos de cólera ¨ . El COLOR ROJO estimula
todos nuestros apetitos, incluso el de la gula ( por eso es tan
frecuente que los restaurantes estén decorados de rojo ).
El
AZUL, en cambio, resulta tranquilo, serena el ánimo; es símbolo del
anochecer y del descanso. También induce a la meditación, aviva
nuestra conciencia de las cosas y da la impresión de orden.
EL
AMARILLO tiene la intensidad cromática ( es decir, fuerza de color )
más brillante de los tres. Como EL ROJO,
produce un efecto vitalizador, pero, por ser más claro y menos
denso, resulta más sugestivo que estimulante. Alegra el ambiente, y
solemos relacionarlo con el sol, con el calor, y también con lo
nuevo, lo moderno, lo que aún no ha cobrado forma concreta.
EL
VERDE, combinación del azul y el amarillo, es
un color secundario, pero tan fundamental que, en la decoración, yo
le concedo la misma
importancia que a cualquiera de los primarios. Es sereno,
refrescante; el agua clara tiene frecuentemente un matiz verdoso.
La
escala cromática básica consta de veinticuatro colores, derivados
de la combinación de primarios y secundarios en determinadas
proporciones. Esta escala, que puede consultarse o adquirirse en
casi todas las tiendas de bellas artes, es muy útil para comprobar
qué colores se combinan bien. Todos
se pueden conjuntar con el que los sigue o los precede; también es
posible mezclar todos los matices de un mismo grupo, ya se trate de
verdes, rojos o amarillos.
Las
paredes son el elemento principal de una habitación. Sin embargo,
antes de trazarnos un plan, conviene pensar lo que deseamos expresar
con esos colores. ¿ Queremos experimentar una sensación de amplitud
? ( blanco ). ¿
Deseamos un ambiente puro, fresco, limpio ? ( blanco ). ¿ O
preferimos un marco más reducido, más restrictivo ? ( obscuro ). EL
ROJO nos da la sensación de protección.
Los colores obscuros, terrosos, fuertes ( como un tostado cálido ),
reducen el espacio y le prestan una apariencia de intimidad, de
seguridad.
Muy
pocos de nosotros podemos imaginar los colores, pero reaccionamos en
el acto a aquellos que nos gustan. Por consiguiente, cuando veamos un
color que nos agrade, conviene tomar nota y, de ser posible,
conseguir una muestra. Mis clientes suelen enviarme toda clase de
objetos para indicarme los colores que desean en la decoración de su
casa; flores frescas, conchas, cajas de fósforos, pedazos de tela,
un christmas
con una agradable combinación cromática.
¿
De qué color es su automóvil ? En nuestro ropero, ¿ qué colores
se repiten en los vestidos ? ¿ Cuáles nos levantan el ánimo ? ¿
De qué color son las camisas y corbatas que prefiere su marido ?
Otro buen lugar para encontrar ideas es una tienda de lanas para
labores, con sus cientos de matices.
Cierta
mañana, una amiga mía y yo nos rompíamos la cabeza buscando una
combinación de colores para su cuarto de baño. Sentadas en el borde
de su cama, contemplábamos el baño; de pronto, atrajo mi atención
el despampanante traje azul y verde que mi amiga se había puesto la
noche anterior, durante la cena con que festejó su decimoquinto
aniversario de boda. Lo cogí y lo exhibí en alto. ¿ No era ésa la
sensación que buscaba ? ¨ ! Eso es ! ¨ , exclamó mi amiga con una
amplia y abierta sonrisa.
Otros
amigos míos volvieron de unas vacaciones en cierta isla del Caribe,
donde la arena era como terciopelo blanco bajo un ardiente cielo
azul. Las toallas del hotel tenían un dibujo de audaces rayas en
rosa, amarillo y verde. Mis amigos no habían perdido aún el tono
bronceado de la piel cuando descubrieron toallas idénticas en unos
almacenes, que se apresuraron a colocar en su pálido cuarto de baño
como vivo recuerdo de unas gratas y felices vacaciones.
Los
alimentos pueden indicarnos tonos y matices que nos gustaría
emplear; rojo
cereza, amarillo limón, chocolate obscuro.
Vale la pena cortar una naranja por la mitad y estudiar la relación
entre su color exterior y el interior. O
un limón, una lima, melones o algunas bayas. No hace mucho vi en un
museo una pintura de Nicolás
de Staël: La fuente de ensalada. En ella, la lechuga aparecía
fresca, fría, deliciosa; los verdes que la coloreaban eran tan
suaves y translúcidos que daban ganas de sentarse a comerla.
Los colores comestibles son siempre sedantes, ya sea que los usemos
para las paredes, para una alfombra o para un cojín del sofá. Y la
obra de un artista cuyos colores contemplamos con placer puede
evocarnos posibles combinaciones.
Hallaremos
más ideas para la combinación y variación de colores en el cuadro
de la página siguiente, pero conviene ensayar las conbinaciones que
se ajusten a los propios gustos. Si en ese cuadro digo que tal color
va con el marrón, y a nosotros no nos gusta el marrón, cambiémoslo
sin demora por algún otro color obscuro e intenso.
Todas
las combinaciones de colores tienen tres dimensiones fundamentales;
fondo, frente y foco. Imaginemos que estamos sacando fotos en un
jardín rústico; cielo y prado, flores en primer término y, como
foco, un tulipán increíblemente rojo. Esto, traducido a una
habitación, significa que usaríamos blanco para las paredes, verde
césped para la alfombra, y el tapizado de los muebles repetiría el
¨ fondo ¨ de cielo azul y los colores de las flores. (
El tejido de la tapicería no tendría que ser estampado en absoluto.
) Quizás decidamos usar el rojo del tulipán en los muebles y en las
cortinas, y añadir otros toques rojos en los cojines o en una caja
sobre la mesa, o en el tapizado de una banqueta; lo mejor de todo
sería poner tulipanes rojos naturales en la habitación.
Debemos
procurar que la habitación produzca una afirmación en color. Y para
que haya armonía, un color deberá predominar, en desigual
equilibrio, a fin de darle cohesión. Pisos y paredes (las
superficies más extensas) deberán mantenerse unidas mediante una
relación cromática. Si
los muros son amarillos, podemos colocar una alfombra azul, pero
también deberá haber algo de amarillo en ésta. Una vez determinada
la concepción fundamental, el clima general, hay que empezar a
pensar en los colores accesorios, que pueden ser cálidos y
llamativos, puesto que van en pequeñas dosis; como contraventanas
rojas en una casa de adobes.
¿Se
trata de una habitación pequeña y estrecha, u obscura, u deseamos
darle mayor amplitud y luminosidad? En tal caso, deberemos usar como
fondo los colores más claros.
Recordemos que una pared pintada en un tono de gran intensidad (verde
limón, por ejemplo) parecerá que se mueve hacia adelante, mientras
que la pintada en una tonalidad menos brillante dará la impresión
de retroceder.
Supongamos
que tenemos una habitación de cuatro
por cinco metros y medio, orientada al norte, y un panorama
agradable; árboles y un poco de cielo. Podemos utilizar la alfombra
verde manzana que ya tenemos. Como la habitación es bastante
obscura, necesita cierta animación. Por ejemplo, amarillo cálido
para las paredes, con algo de rojo y naranja para dar calor a la fría
luz del norte.
Procuremos que el tapizado sea claro; quizás convendría una tela de
aspecto tosco, en tonos verdes, amarillos y blancos. Y para traer al
interior el panorama, yo recomendaría cortinas sencillas, ligeras.
Los toques de albaricoque y rojo laca que desearíamos agregar se
pueden introducir con las lámparas, floreros, cojines, y en esa tela
tosca con sus verdes y amarillos. Y no hay que olvidar las flores.
Los cuadros que tenemos colgados poseen gran cantidad de estos
matices resultantes, que dan unidad al conjunto.
Creo
que, en una casa, cada habitación puede tener sus propios colores,
con tal que los una el elemento común del blanco, ya sea en las
paredes o en las molduras. Una casa que me gusta mucho tiene un
comedor en color azul y blanco que se comunica con un salón azul,
blanco, amarillo, rojo y verde, cuyas puertas se abren a una galería
en verde y blanco. Se puede repetir un color con las paredes, las
molduras, la tapicería, las cortinas o las alfombras. Si sentimos la
imperiosa necesidad de una explosión de colores independientes,
podemos satisfacerla en una habitación ajena al conjunto principal.
Podríamos pensar en un papel pintado extravagante en el minúsculo
vestíbulo (donde nos daría la bienvenida a nuestra llegada sin
cansarnos, puesto que, en realidad, no pasamos mucho tiempo alli).
Una
vez que sepamos cuales son ¨nuestros¨ colores, hay que ceñirse a
ellos. No sucumbamos a la tentación de emplear ciertos colores
simplemente porque están de moda. El rosa fuerte de hoy puede se
teñido mañana por una aberración. Pero hay más:
- Jamás tratemos de andar a tientas en cuestión de colores. Nadie tiene verdadera memoria para los colores, y si no contamos con muestras para comparar, no podemos formarnos una idea adecuada. Examinemos todas las muestras coordinadas, de día y de noche, puesto que la luz artificial puede cambiar por completo los colores.
- Cuando vayamos de compras,llevemos muestras de buen tamaño.¡A cuántas personas oímos lamentarse de la imposibilidad de observar tal o cual efecto, por lo escaso de la muestra!
- Jamás tomemos decisiones inmediatas tratándose de colores; tendremos que vivir con ellos, así que conviene meditarlo, consultarlo con la almohada, reconsiderarlo y, por fin, decidirse.
- No nos fiemos nunca de esos colores que no van bien ni con blanco ni con negro. Tienden al realzar las impurezas y la pesadez de un matiz poco claro.
- Hay que equilibrar los colores. Un color fuerte puede hacer palidecer los otros. (Emilio Pucci usa pigmentos llamativos que a veces nos atraen por su crudeza; pero hay que señalar que el color más brillante es el que menos usa Pucci, y lo distribuye en dosis muy parecidas por toda su obra.)
- Por último, guiémonos por el propio instinto: la decisión final nos corresponde a nosotros. Tal vez prefiramos colores comunes, comprobados, entre los cuales se puede vivir; pero si deseamos un auténtico estallido de color, tomémoslo tal cual y no tratemos de atenuarlo. Cuando sentimos los colores en ese grado, ésos son ¨nuestros¨ colores. Y darán color a nuestra vida, y a nuestro estilo de vivir.
Posibles
combinaciones de colores
En
esta combinaciones, C significa claro; M, medio; O, obscuro. C junto
a un púrpura o rosa indica un tono pastel. Los tonos claros y
obscuros son los componentes más neutros; deben usarse para fondo.
Los medios constituyen el foco, el acento que presta luz y vida al
conjunto.
En
la primera combinación, por ejemplo, se puede usar el amarillo para
las paredes, blanco para las molduras, verde para la tapicería,
albaricoque para los cojines y marrón para el mobiliario de madera.
C Amarillos
M Verdes
M Albaricoque
C Blanco
O Marrón
|
M Azul
O Marrón
C Beige
C Blanco
M Amarillo
|
C Purpura
C Azul
C Rosa
O Marrón
C Blanco
|
M Amarillo
C Blanco
O Marrón
O Negro
O Naranja laca
|
M Naranja
M Amarillo
M Rojo
M Verdes
C Blanco
|
C Rosa
C Púrpura
C Albaricoque
C Azul
C Verde
C Blanco
|
M Verde trébol
C Blanco
O Negro
O Tonos madera
|
M Rosa
M Rojo
C Blanco
M Verde
O Negro
|
M Amarillo
C Blanco
O Negro
M Rojo
|
C Plateado
C Blanco
M Verde
O Marrón
|
M Azul
C Blanco
O Vino
O Marrón
|
C Rosa
C Albaricoque
C Naranja
C Beige
|
O Azul obscuro
C Cromo
C Blanco
O Tono madera
|
M Rojo
M Verde
C Blanco
C Azul pálido
O Marrón
|
O Marrón
C Blanco
C Arcilla
M Verde
M Rosa
|
M Azul
C Beige
M Verde
C Plateado
C Blanco
|
M Rosa
M Amarillo
M Verde
C Blanco
O Negro
|
C a O 6 verdes
C Beige paja
C Rosa adelfa
C Blanco
O Terracota
|
O Morados
M Tomate
C Beige paja
M Verde hoja
|
M Azul Francia
M Cobre
C Blanco
M Dorado
M Marrón muy
obscuro
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