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Sólo una generación guiada por un realismo dinámico
y
práctico... una generación resuelta a triunfar, podrá
satisfacer
las exigencias del mundo moderno ¨
Los
retos con los que vosotros tenéis que enfrentaros son claros.
Cualquiera que sea vuestra afiliación política, la nación de donde
procedáis, tres grandes metas deben dominar vuestros pensamientos:
La
primera; librar al mundo de la
pobreza y de la suciedad.
La
segunda; dar
al género humano una calidad ambiental que convierta la vida de cada
persona en una experiencia rica y plena.
La
tercera; liberar
al mundo de la discriminación y de los prejuicios raciales.
Será
difícil alcanzar estos objetivos. La distancia que separa a las
naciones ricas de la pobres, lejos de acortarse, se ensancha cada
día. El espíritu nacionalista contribuye a ahondar los prejuicios
raciales, no a superarlos. Además, entre los políticos nuevos hay
quienes consideran que la busca de la propia realización significa
libertad para hacer lo que a uno le plazca, pasando por alto a los
demás.
El
papel de los jóvenes ha sido mantenerse al margen de los
acontecimientos, criticando a sus mayores que están en la lid y
toman las decisiones. Ahora, por primera vez en la historia, los
jóvenes de veinte a treinta años están mejor preparados que los
hombres de cincuenta a sesenta.
En
lo sucesivo, estos jóvenes más instruidos deberán entrar en la
palestra, participar en las decisiones y enfrentarse a problemas que
sólo puede resolver una generación desembarazada de los dogmas del
pasado. Los conceptos de Adam
Smith
acerca del capitalismo y la concepción comunista de Carlos
Marx
deben ser desechados por igual, ya que no son aplicables a nuestros
problemas actuales. El comunismo no ofrece posibilidades de elección
ni alienta la iniciativa individual; en cambio, exige demasiado,
porque elimina los derechos humanos fundamentales.
Por
su parte, si el capitalismo tiene algo positivo que brindarnos, habrá
de ser en forma distinta de como lo ha hecho hasta ahora. El
capitalismo debe perfeccionar más, y con mayor rapidez, una solución
racional a los problemas que origina la asociación entre patrono y
empleado. Debe orientar su productividad y su energía hacia la
eliminación de la pobreza, no a desentenderse de ella. Debe usar la
tecnología de tal suerte que las generaciones futuras no se vean
condenadas a pasar la mayor parte del día encerradas en fábricas,
cumpliendo un trabajo incapaz de proporcionar satisfacción mental o
espiritual.
Entramos
en un período histórico en que el choque de las ideologías habrá
de ser substituido por la voluntad unánime de realizar idénticos
propósitos.
Por
el privilegio de haber sido el primer ministro del primer
Departamento para el ambiente creado en el mundo, tuve más
satisfacción eliminando la fealdad de los montones de escoria
dejados en la primera etapa de la revolución industrial que
cualquier otra derivada de discusiones políticas.
Mis
colegas y yo hemos tenido grandes satisfacciones al fomentar un
programa de eliminación de barrios infectos y de transformación de
los hogares de centenares de miles de compatriotas nuestros que
durante varios decenios necesitaron mejoras y modernización.
Así
pues, el llamamiento que ahora hago ante vosotros es en favor del
idealismo práctico. Contáis con la ventaja de medios de
comunicación que anteriormente no existían. Disponéis de los
conocimientos científicos y tecnológicos que pueden transformar los
factores negativos en positivos con una rapidez antes inconcebible.
Podéis aprender de los errores del pasado y aprovechar todo lo bueno
que se ha logrado hasta ahora.
La
valoración que haga el mundo de nuestro éxito o de vuestro fracaso
se pronunciará al finalizar este siglo. Tenéis treinta años por
delante, en las cuales podréis fracasar, en perjuicio definitivo del
género humano, o triunfar más ampliamente que cualquiera otra
generación que nos haya precedido.
POR
PETER WALKER.
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