¡Oh!
Canto de amor
¡Oh!
Dicha inmune
Al
mirarte siento admiración
Y
no tenerte me consume.
¡Oh!
Canto de esperanza
¡Oh!
Eterno desvarío
Que
no busca la venganza
Sólo
esos ojos, que me ven y yo sonrío.
¡Oh!
Si algún día tú quisieras
atravesar
conmigo las fronteras
¡Ay!
Amor, si tú supieras
las
veces que soñé, que no hay barreras.
¡Oh!
Corazón adosado a un corazón
frágil
es, el vidrio de mi sangre
que
desborda ciegamente esta pasión
y
la embriaguez, me hace dudar del ¨Santo Padre¨
Salinas
del Manzano, Cuenca.
14
de enero de 2004
JUAN
M. CLIMENT CARBONELL.
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