La
mente consciente ¨se da cuenta¨ de su entorno. Conoce personas,
sitios, condiciones y hechos. La mente consciente sabe que sabe.
Tiene el conocimiento de que somos nosotros y estamos aquí.
Lo
más importante es que la mente consciente tiene voluntad.
La voluntad es la habilidad de iniciar y dirigir un pensamiento o
acción. La voluntad les da dirección a tus pensamientos. Los
humanos gozamos de libre albedrío.
¡Ah!
¡Pero la mente subconsciente tiene el poder! Un artículo publicado
en Psychology Today
en agosto de 1974 decía que ¨hemos descubierto
que el cerebro es una fuente de energía eléctrica¨. El
cerebro genera unos veinticinco vatios de potencia. La
mente subconsciente transmite esta energía en forma de impulsos,
emociones, tics nerviosos, etc.
Esta
energía de la mente subconsciente es inagotable; tu
mente funciona las veinticuatro horas del día, toda tu vida.
Lo
maravilloso es que funciona sin esfuerzo. No
se requiere de ningún afán consciente. El esfuerzo consciente, no
importa que sea bienintencionado, lo único que hace es obstaculizar
el poder de la mente subconsciente.
Hacer
algo conscientemente requiere esfuerzo.
¿Recuerdas el trabajo que te supuso aprender algo por primera vez?
Por ejemplo, te llevó
un tiempo aprender a atarte los cordones de los zapatos. Las primeras
veces es complicado. Imagínate si tuvieras que explicárselo por
escrito, paso a paso, a alguien que nunca ha visto un lazo.
Una
vez que te acostumbras a hacer el lazo -es decir, una vez que la
tarea fue delegada a tu mente subconsciente se convirtió en algo
fácil. Tan fácil que no tienes que pensar en ello mientras lo
haces. Es más, probablemente ni te acuerdas de haberlo hecho, porque
lo haces subconscientemente.
Un
saltador de altura, al ser entrevistado en la televisión después de
haber batido un récord, dijo: ¨No
recuerdo mi salto récord, pero cuando empecé a saltar sabía que
sería un éxito¨. No lo recordaba porque había saltado de forma
inconsciente. Dejó que su mente subconsciente se
encargara de todo. La
mente subconsciente puede hacer todas las operaciones sin ningún
esfuerzo mental. Si hubiera saltado usando su
mente consciente, habría supuesto un esfuerzo para él y no lo
habría hecho tan bien.
El
mejor libro sobre este tema es El juego interior
del tenis, de Timothy Gallwey (Editorial Sirio). Que
el título no te llame a engaño; si no juegas al tenis, simplemente
tacha mentalmente esa palabra y sustitúyela por cualquier otra
actividad que te motive y te sea familiar. Gallwey explica por qué
la mente consciente no puede efectuar bien tareas como darle a una
pelota de tenis (o de golf, o conducir un coche), mientras que la
mente subconsciente puede hacerlo fácil y perfectamente cuando
la mente consciente no interfiere. Este
es el truco; mantenerla al margen.
Por
tanto, la mente consciente tiene la voluntad
y la mente subconsciente, el poder.
Cuando ambas están en armonía, tienes el poder y la voluntad, es
decir, la fuerza de voluntad. Entonces
estás centrado, tu mente actúa como una sola.
Pero
cuando la mente consciente y la mente subconsciente están en
conflicto, no tienes fuerza de voluntad. Tu
mente está disociada. La mente consciente no puede dominar
directamente a la subconsciente.
Emile
Coué (1857-1926) se hizo célebre en Europa por su peculiar método
curativo. Él creía en una técnica que consistía en ¨parlotear¨
(hablar rápido y de forma confusa para aburrir a la mente consciente
y que dejara de prestar atención). Afirmaba
que si se repetía de este modo una afirmación, esta calaba en la
mente subconsciente y era completamente aceptada. Con seguridad,
habrás oído una de sus afirmaciones más conocidas: ¨Día
a día, en todos los aspectos, me va mejor y mejor¨.
Coué
señaló: ¨Cuando la voluntad y la imaginación
están en conflicto, la imaginación siempre gana¨. Es
decir, cuando la mente consciente y la mente
subconsciente están en conflicto, la mente subconsciente es siempre
la ganadora. Esto
sucede porque tiene el poder (tiene poder
eléctrico y químico)
y es más grande.
Cuando
una persona con sobrepeso decide ponerse a dieta, si no resuelve su
deseo de comer en exceso, su mente subconsciente terminará ganando.
Si pierde algo de peso, volverá a recuperarlo.
Puede que tenga la voluntad de no comer ese postre delicioso, pero la
¨necesidad¨ de su mente subconsciente ganará. Se lo comerá.
Tu
tarea es aprender cómo funciona la mente subconsciente y usarla a tu
favor. Ella tiene el poder de dominarte, pero no
es tan inteligente como tu mente consciente. Aprenderás
a hacer que sea el genio y no el amo.
HARRY
W.CARPENTER.
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