Si
bien para las nuevas generaciones un ordenador personal es un objeto
cotidiano más, los que crecimos sin ellos aún los contemplamos con
asombro. Nos fascina la rapidez con que operan, su vastísima memoria
y su capacidad para emplear muchos programas complejos al mismo
tiempo. Sin embargo, por impresionante que sea un ordenador
personal, tu mente subconsciente es muy superior a cualquier aparato
que puedas comprar. Stphen Hawking, en The Universe in a Nutshell,
expone: ¨Los ordenadores actuales no superan aún la potencia del
cerebro de una humilde lombriz¨.
Y recuerda; tu cerebro es millones de veces más sofisticado que el
de una lombriz.
Tu
cerebro tiene más memoria de la que jamás llegarás a usar y opera
sin problemas excepto cuando, a veces, tu mente consciente
interfiere. Se
programa con facilidad, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. A
diferencia de un ordenador, funciona no solo eléctricamente, también
químicamente. La información viaja a través de
los nervios mediante impulsos eléctricos y salta entre sinapsis por
mecanismos químicos. Tu mente subconsciente es un bioordenador. Un
bioordenador al que se le ha cargado gran cantidad de programas
complejos. La mayoría son necesarios para poder sobrevivir y
desenvolverse en el mundo; caminar, correr, permanecer de pie o beber
un vaso de agua... Pero,
por otro lado, existen otros, como la impaciencia, el comer en exceso
o la irritabilidad, que están obsoletos y son perjudiciales. Ahora
exploraremos las múltiples facetas de tu bioordenador personal; tu
mente subconsciente.
HARRY
W. CARPENTER.
No hay comentarios:
Publicar un comentario