miércoles, 21 de octubre de 2015

EL POETA RETRAIDO (1901-1912).



  Con el fin de curar sus depresiones, Juan Ramón se traslada al sanatorio dirigido por el doctor Lalanne, cerca de Burdeos, en el que pasará gran parte del año 1901. Varios hechos de esta temporada se reflejan en la poesía escrita durante el internamiento. En primer lugar, ciertas relaciones -algunas de ellas perturbadoras y clandestinas- con varias mujeres del entorno de la familia Lalanne, que reaparecerán evocadas en numerosas ocasiones, al menos hasta 1912, con nombres a veces disfrazados; Denise, Francina, Jeanne Roussié... Por otra parte, la estancia en el sanatorio francés permite a Juan Ramón leer a algunos poetas, como Laforgue y Francis Jammes, cuya huella -sobre todo la de este último- será perceptible en los libros inmediatos. Así recordaba Juan Ramón, muchos años después, aquella etapa de su residencia francesa:

En Burdeos, donde viví un año, escribí la mayor parte de mis Rimas, tituladas así por Bécquer, como Rubén Darío tituló por Bécquer las suyas, tan bellas algunas; y me aficioné a los nuevos poetas franceses del Mercure, cuyos libros yo podía comprar en las librerías vecinas. Francis Jammes vivía allí cerca. Al año siguiente, de vuelta en Madrid, publiqué un librillo demasiado sentimental, peligros de la reacción y de la enfermedad juvenil.
En 1902, Juan Ramón vuelve a Madrid. No se encuentra curado y sus aprensiones persisten, por lo que ingresa en el sanatorio del Rosario en busca de tranquilidad y reposo. Pero el sanatorio se convierte pronto en lugar de visita de numerosos amigos y escritores, que bautizarán humorísticamente la institución como ¨sanatorio del Retraído¨. Ayudado por algunos poetas, Juan Ramón selecciona lo que considera más valioso de sus dos primeros libros -sobre todo de Almas de violeta- y, añadiendo algunos poemas escritos durante la estancia en el sanatorio francés, compone el volumen Rimas, publicado en 1902, que durante el resto de su vida consideró el poeta su primera obra. Las dos primeras tentativas, abiertamente repudiadas, no volvieron a reeditarse nunca en vida del autor, y los pocos ejemplares que quedan constituyen hoy una rareza bibliográfica. Pero lo verdaderamente significativo es que la selección y la reescritura de lo ya publicado constituyen en este caso la primera manifestación de una actitud que será ya permanente en Juan Ramón Jiménez. A lo largo de su vida, el poeta irá jalonando su obra con la publicación de antologías y selecciones, reordenadas y reescritas sin cesar. Las hay en 1917, en 1922, en 1957. Y aún trabajaba en otra Juan Ramón cuando le sobrevino la muerte, en 1958.
En el sanatorio del Rosario, la amistad del poeta con algunas monjas -amistad teñida a veces, sin duda, con tintes amorosos- prolonga la lista de figuras femeninas que poblarán borrosamente el mundo poético juanramoniano de esta primera época. Se entiende mejor la actitud y el comportamiento del autor si se recuerdan unos párrafos de su comentario al libro Corte de amor (1903), de Valle-Inclán.

Es doloroso que las mujeres, en la vida, guarden tanto esas carnes que se marchitan entre la sombra de los trajes y la sombra de las viviendas; y que las novicias no entreguen el alma y el cuerpo a los poetas.

Antes de abandonar el sanatorio se ha consolidado también otro proyecto de Juan Ramón que pronto se convertirá en realidad y que inagura una actividad muy repetida luego en varias ocasiones; la creación de una revista literaria. Ahora se trata de la titulada Helios, cuyo primer número ve la luz en abril de 1903. Las buenas relaciones de Juan Ramón con los principales escritores del momento logran que Helios, revista de nombre y diseño claramente modernista, ofrezca desde el principio excelentes colaboraciones. En los 14 números publicados hasta la extinción de la revista en 1904 se incluyen textos originales de Rubén Darío, Antonio y Manuel Machado, Unamuno, Benavente, Azorín y otros autores, junto con traducciones de poetas como Verlaine. 1904 es también el año en que Juan Ramón Jiménez conoce a las personalidades más relevantes de la Institución Libre de Enseñanza: Francisco Giner de los Ríos y Manuel B. Cossío; y comienza una larga e inalterada amistad con José Ortega y Gasset.
En 1905, Juan Ramón se retira a Moguer, donde permanecerá hasta 1912. La posición económica de la familia comienza a sufrir graves quebrantos. El poeta experimenta nuevas crisis depresivas. Escribe incesantemente, aunque publica sólo una pequeña parte de lo escrito. Aparecen algunos de los libros esenciales de la primera época plena de Juan Ramón; entre ellos, Arias tristes (1903), Jardines lejanos (1904), Baladas de primavera (1910), La soledad sonora (1911), Pastorales (1911) y Melancolía (1912). Está ya concluido el libro Laberinto, nostálgico adiós a un mundo pasado con el que el poeta parece dar fin a una etapa. En efecto; en una nota manuscrita del autor que se ha conservado entre sus papeles, se enumeran los libros publicados, desde Ninfeas hasta Laberinto, con la siguiente observación:

Estas obras podrían muy bien llamarse Obras de juventud. Romanticismo. Ordeno y publico toda la labor hasta los 30 años. No es que me proponga ¨hacer otras cosas¨. Es que siento una nueva idea despierta en mí, más serena, más libre, más firme, más pura, más plena. Acabo aquí, pues, una vida e intento empezar otra.

El cambio es también externo; Juan Ramón se instala de nuevo en Madrid y modifica por completo, deliberada y decididamente, su caligrafía, que a partir de ahora se hará más personal e indescifrable.

RICARDO SENABRE SEMPERE.

martes, 20 de octubre de 2015

UTILICE EL PODER DE LA ORACIÓN.


  Todo lo que yo sugería encontraba receptividad en ambas partes. Le cuento que yo previamente había practicado la Metafísica Cristiana, utilizando la oración del Padrenuestro, siguiendo la recomendación de usted, que esa oración debía utilizarse para solucionar todos nuestros problemas. Quería que llegáramos a un acuerdo justo y equitativo entre las partes y que nadie se sintiese perjudicado sin necesidad de violentas discusiones. Aunque esa misma tarde no llegamos a ningún acuerdo, si adelantamos mucho en cuanto al mismo. Al día siguiente todo se solucionó, tal como yo había visualizado que sucedería.

Actualmente mis compañeros y mis patronos me tratan con aprecio. Sé que Dios lo ha iluminado a usted, para que envie mensajes a los humanos y uno de esos mensajes fue captado y asimilado por mí, al igual que por millares de seres, que ha recibido la manera de contribuir a la paz y la concordia en sus hogares, sus trabajos y dondequiera que les toca ir o desempeñarse. Atte. Ángel.¨

La anterior carta es otro testimonio de un pequeño ¨Milagro¨ más que se produce, los que contribuyen al mejoramiento de la vida de quienes practican la Metafísica Cristiana, y creen que la armonía Cósmica es de valor inapreciable.

JOSÉ FARID H.

EL POETA DECEPCIONADO (1927-1935).


  En 1927, con ocasión del tricentenario de Góngora, en torno al cual se dieron a conocer los principales poetas jóvenes de la nueva generación, Juan Ramón escribe unas páginas desdeñosas acerca de la corriente neopopularista en boga, y menciona con dureza a esa ¨juventud asobrinadita casi toda ella, y desganada, tonta, pobre de espíritu, vana¨. Las diatribas subsiguientes debieron de provocar la amargura del poeta, y algo de ello se traduce en una curiosa nota necrológica sin fecha, redactada por el mismo Juan Ramón.

¿Una hojita?
J.R.J. Murió en 1934, a los 52 años de vida y 40 de vida poética, asesinado por un grupo de sus discípulos españoles, que no pudieron esperar con calma su sucesión. Dejó una obra considerable: 90 libros de poesía en verso y prosa..., etc.

Durante estos años se agravan las depresiones nerviosas de Juan Ramón, y el curso de los acontecimientos inmediatos enturbia sus relaciones con los jóvenes creadores. La creciente politización de un sector de la poesía española le disgusta. En 1935 rechaza por segunda vez una invitación para ingresar en la Real Academia Española, argumentando: ¨Yo no soy un filólogo; no estudio las palabras, las invento, que no es lo mismo; soy un creador que se debe a su obra¨.
Frente a la pureza poética tantas veces invocada por Juan Ramón, aparece en 1935 el primer número de la revista Caballo Verde para la Poesía, en la que el poeta chileno Pablo Neruda reclama para los nuevos tiempos ¨una poesía impura como un traje, como un cuerpo¨, que incorpore a sus motivos ¨sueños, vigilias, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas¨. Nada podía ser más opuesto al ideal de belleza de Juan Ramón, aunque la creciente tensión en Europa con el desarrollo de los regímenes totalitarios y el empeoramiento de la vida política española explican las actitudes combativas de muchos poetas. No es éste el caso de Juan Ramón, que en estos años se dedica a reunir y seleccionar, ayudado por Zenobia, un amplio conjunto de poemas propios unidos por el común denominador de su carácter popular, donde los metros cortos, las coplas y los estribillos enlazan con la lírica más fresca de un Gil Vicente o un Lope de Vega. El libro aparecerá el año siguiente, con el significativo título Canción.

RICARDO SENABRE SEMPERE.

lunes, 19 de octubre de 2015

CANCIÓN.



Si el hombre debe callar,
cállese y cumpla su sino,
que lo que importa es andar.
Andar es sembrar camino
y morir es despertar.


Quien no ponga el pie en el suelo
por temor a verlo herido,
por su propio desconsuelo
siempre será perseguido.


El pájaro está en su vuelo
como el hombre está en su andar...
y siga tejiendo el hilo
la mano sobre el telar,
que morir es despertar.

(Destino fiel, 1937)

EMILIO PRADOS.

COMUNICACIÓN.


  La mayor parte de los pensamientos, en la mente consciente, se comunican mediante una voz interna o externa. La mayoría, aunque no todos, usan una voz, y la voz utiliza palabras, mediante las cuales la mente consciente se comunica predominantemente. Por eso es tan importante manejar un amplio vocabulario. Las palabras son las herramientas del pensamiento.
El vocabulario de la mente subconsciente es limitado y no suele articularse con palabras. La mayoría de la gente no sueña con palabras. La mente subconsciente se comunica mayoritariamente con imágenes y sensaciones. Por ejemplo, tú (tu mente consciente) puedes decir: ¨Tengo miedo, pero no sé por qué¨, mientras que tu mente subconsciente crea un sueño en el que un monstruo te persigue.

HARRY W. CARPENTER.

domingo, 18 de octubre de 2015

EL MANUSCRITO SECRETO.

  Era un anciano maestro que en su ascética celda sólo contaba con un catre y un manuscrito que conservaba en un rincón de la habitación, envuelto primorosamente con tules. Los discípulos del maestro le habían preguntado a menudo por aquel manuscrito, pues había prohibido expresamente que cualquiera de ellos lo ojeara. Cuando le preguntaban por él, se limitaba a decir:
-Todo lo que sé lo he aprendido de él. Es muy sagrado. Me lo entregó un gran sabio tras muchos años de meditación en una cueva. Todo lo he aprendido de él.
Y así pasaron varios años. Los discípulos no dejaban de mirar codiciosamente el sagrado manuscrito, allí dejado en el suelo, en una esquina de la celda, envuelto entre polvorientos tules.
Un día el maestro falleció y un instante después, ya estaban todos los discípulos abalanzándose sobre el manuscrito, ansiosos por hallar las claves secretas para encontrar la dicha interior y la sabiduría, pensando que así podrían evitarse muchos esfuerzos y desvelos.
Ansiosos, rasgaron los tules del manuscrito. Lo abrieron y comenzaron a pasar las hojas. Estupefactos, fueron comprobando que todas estaban vacías. Llegaron a la última y sólo en ésta había una frase. Ávidamente, la leyeron. Decía:
-Cuando estéis tan vacíos de ataduras mentales como las páginas anteriores, habréis hallado la verdadera dicha, pero para llegar a ella tendréis que esforzaros día a día en el adiestramiento espiritual sin desfallecer. Yo recibí este manuscrito de mi maestro. Todas las páginas, incluso esta última, estaban vacías y en seguida comprendí cuál era su instrucción. Por si vosotros no sois tan sagaces, os he escrito estas líneas, que seguro, anhelantemente, estáis leyendo antes siquiera de amortajar mi cadáver. No cejéis en vuestro empeño. La liberación no es para los holgazanes. Con amor, vuestro propio ser.
Y la firma ilegible del maestro.

REFLEXIÓN

En la senda hacia la paz interior, queremos hallar claves que aligeren la búsqueda, la hagan más rápida e incluso eviten el esfuerzo personal. Eso es una quimera. La transformación de sí mismo no es fácil y requiere poner en marcha no sólo nuestros potenciales internos, sino también todas las técnicas y métodos que los hagan posible, asociados a la verdadera virtud, el ejercitamiento mental, la compasión y la sabiduría. A veces la búsqueda resulta penosa, inevitablemente, pero hay un adagio que reza: ¨Justo el momento antes del amanecer es el punto más oscuro de la noche¨. Llegará el amanecer para la conciencia, pero no será sin disciplina; la disciplina debe ser insuflada por la motivación, y la ésta por el anhelo de mejorarnos y cooperar así en el mejoramiento del mundo que nos rodea.

RAMIRO A. CALLE.

COMO CAMBIÓ MI VIDA.


  Ramón P. me escribe contándome cómo los los libros positivos cambiaron su vida, siguiendo sus orientaciones. Realmente, los libros le indicaron el camino, pero fue él mismo el que se decidió a cambiar. He aquí sus palabras: Muy apreciado Maestro: Lo saludo de manera cordial, en la oportunidad de felicitarlo con motivo de sus tres libros que Usted ha titulado la Trilogía del Éxito (¨El libro más útil del mundo: La ciencia del vivir¨, ¨Metafísica práctica para lograr salud-afecto-progreso¨ y ¨La buena suerte a su alcance¨). Siempre me ha gustado la buena lectura, y mientras otras personas despilfarran su dinero en fiestas, juegos de azar y vicios de toda clase, yo invierto en libros. Tengo uno de los buenos hábitos que existen, como es el da la lectura. Anteriormente leía obras literarias y novelas famosas. Pero desde cuando leí el primero de sus libros, me dije que debía adquirir literatura de orientación, que nos ayude a vivir mejor, porque orienta sobre la manera de desarrollar nuestras facultades internas. Mi vida ha cambiado con la lectura y práctica de esos libros. Anteriormente, pese a que no tengo malos hábitos, sin embargo, sentía pesimismo, frustraciones y muchas tensiones.

JOSÉ FARID H.