sábado, 4 de junio de 2016

EL CAMALEÓN. RAMIRO.

  Dos hombres comenzaron a discutir acaloradamente y estuvieron a punto de llegar a las manos, todo porque cada uno de ellos insistía en haber visto de un color diferente a un camaleón que yacía en una palmera.
-Te digo que es marrón aseveró uno de los hombres.
-Pues yo te digo que es verde -replicó el otro.
Y así, comenzaron a soliviantarse.
-Es marrón, ¿o es que no tienes ojos para verlo?
Tú sí que pareces estar ciego. Es verde.
Acertó a pasar por allí un lugareño y uno de los discutidores le preguntó:
_¿Acaso no es marrón este camaleón?
-Es marrón -repuso el lugareño.
-Pero ¿no es verde? -protestó el otro hombre.
-Es verde -acordó el aldeano.
Los dos hombres que estaban a punto de golpearse, creyendo que el lugareño se burlaba de ellos, se dirigieron a él hoscamente y le preguntaron:
-¿Nos tomas el pelo?
-En absoluto, amigos míos. Cada uno de vosotros ha visto un aspecto del camaleón y por tanto ambos tenéis relativa razón. Yo he visto todos los aspectos del animalillo, porque vivo al lado de la palmera en la que habita y he podido observarle durante semanas y meses.

REFLEXIÓN

Una cosa es la Realidad y otra la ¨realidad¨ de cada uno; una la Verdad y otra el aspecto de la ¨verdad¨ que cada persona capta. Sabiduría es evitar aferrarse a las ideas y emplear al máximo la visión, sabiendo observar, sin prejuicios, desde todos los ángulos posibles. Los antiguos sabios aconsejaban seguir el camino del medio, pero nos prevenían para que ni siquiera a él nos apegásemos. No es fácil ser un verdadero librepensador y tener la capacidad de mirar más allá del ego y del apego a las propias ideas y a los estrechos puntos de vista. La mente está cuajada de errores básicos que falsean o distorsionan la cognición y la percepción. Es la mente que vela, pero que al ser liberada de esos oscurecimientos comenzará a desvelar. El trabajo estriba en ir transformando la mente y superando patrones, esquemas y adoctrinamientos, así como toda suerte de esas ¨zonas oscuras¨ que falsean el conocimiento y la percepción. Al aferrarnos a nuestras ideas o a nuestra visión particular, estrechamos el campo de la conciencia y detenemos el proceso de aprendizaje. Hay que abrirse mental y emocionalmente; en la apertura existe vitalidad y plenitud. Mientras sólo podamos servirnos de la mente condicionada, no podremos disponer de visión cabal y ver las cosas como son. Las técnicas de autorrealización se empeñan en conseguir que aflore el lado incondicionado de la mente que, libre de prejuicios e impresiones, está capacitado para percibir lo que es en sí mismo.

RAMIRO A. CALLE.

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