Atardece
en estos apagados pueblos
Aún
el cielo está azul,la noche avanza.
En
el horizonte deslumbra los destellos,
Que
bañan la desnuda aldea que agoniza,
En
pinceladas de rosas-anaranjados,
Transcurre
el tiempo pesadamente,
Nos
envuelve y nos sentimos atrapados
La
vida pasa con calma,muy lentamente,
Ahora
las farolas comienzan a despertar,
Ya
los pájaros dejaron de cantar,
Las
luces superpuestas son mezcladas
Como
aceite en el agua
Como
piel en la enagua
Mientras
la noche agranda sus zancadas
Las
flores se encierran y recogen.
Extraño
invierno,tan suave,tan liviano
Recorriendo
calles y plazas vacías que sobrecogen
En
cuerpo y alma al ser humano.
¡Ay!
Lejanos habitantes de este pueblo
que
marchasteis dejando aquí al abuelo
¿que
fue de la casa y de las tierras?
Sólo
quedan paredes en lágrimas de piedras
¿qué
fue del calor de la leña en el hogar,
de
las partidas y tertulias en nuestro bar?
A
Otilia y Antonino.
Salinas
del Manzano,Cuenca.
12
de enero de 2004.
JUAN
MARCOS CLIMENT CARBONELL.
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