Igualmente
la gran mayoría de las personas que pasan de los cincuenta años,
tanto hombres como mujeres, cuentan sus cuitas y pesares, diciendo:
¨Es la edad¨ .
Creer que cuando está el organismo envejecido vienen las dolencias y
enfermedades, y que ya en esa nueva etapa de su vida no tiene derecho
a la felicidad. Pues los caprichos, la falta de
vitalidad, los achaques no les dan derecho a las diversiones y se
entregan al licor.
He
podido ayudar a muchas de estas personas a que disfruten de la vida.
Muchos piensan que las personas maduras no tienen facultades para
vivir intensamente. Y eso no es realidad. Algunos creen que un
individuo de sesenta años no debe tener deseos sexuales. Pero el
instinto sexual debe persistir durante toda la vida, incluyendo los
últimos años de la existencia. Naturalmente,
si la persona tiene salud tanto física como mental. Lo cual es
posible lograrlo, mediante la aplicación de algunas normas
saludables.
JOSÉ
FARID H.
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