jueves, 1 de septiembre de 2016

NUNCA ES TARDE PARA PROGRESAR.

  No pocas personas suponen que el éxito es sólo para los jóvenes, o por lo menos también para los adultos que no han llegado a los cincuenta años. Creen que cuando se llega a esa edad, no pueden esperar nada nuevo de la vida, sino la declinación. Imaginan que si no lograron el éxito a los treinta o cuarenta años, no podrán alcanzarlo cuando suponen que las facultades físicas y mentales se han deteriorado en alto grado. Pero este deterioro sucede porque se cree de esa manera y no porque realmente es así. Veamos algunos casos reales, que demuestran exactamente lo que estoy afirmando.

JOSÉ FARID H.

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