domingo, 8 de noviembre de 2015

EDUCACIÓN.



  Correteando por la calle, un pequeño rapaz, al dar la vuelta a una esquina, chocó inesperadamente con un hombre. ¨ ¡Santo cielo!¨, dijo el hombre, ¨¿adónde vas con tanta prisa?¨

¨A casa¨, respondió el muchacho. ¨Llevo prisa, porque mi madre me va a sacudir.¨

¨¿Y tantas ganas tienes de que te sacudan que vas corriendo de esa manera?¨, le preguntó asombrado el otro.

¨No. Pero, si mi padre llega a casa antes que yo, será él quien me atice.¨

Los niños son como espejos;
en presencia del amor,
es amor lo que reflejan;
cuando el amor está ausente,
no tienen nada que reflejar.

ANTHONY DE MELLO.

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