Los
ejercicios de condicionamiento presentados en estas lecciones -que se
incluyen al final de cada lección- son similares a otros
procedimientos que reciben diferentes nombres. El más común es la
autohipnosis. Me
gustaría llamarlo de otra manera porque la palabra ¨hipnosis¨
tiene connotaciones negativas. Normalmente suele asociarse con el
control mental o con hacer el ridículo frente a una audiencia. Pero
eso es reduccionista. Para empezar, nadie sabe qué es realmente el
hipnotismo. Kreskin, un conocido ¨mentalista¨
(no quería que lo llamaran hipnotizador),
ofreció cien mil dólares a quien pudiera demostrar de forma
concluyente la existencia del ¨trance
hipnótico¨. Nadie cobró ese dinero.
Kreskin nunca hace entrar en trance a nadie y sin embargo tiene mucho
éxito sembrando sugestiones en la mente subconsciente de la gente.
Ernest
Rossi expone en su libro The Psychobiology of
MindBody Healig (1993): ¨Desde su implantación hace más de
doscientos años, ha sido imposible hallar un acuerdo general entre
los profesionales respecto a qué es la hipnosis. ¡No se ha
concebido ninguna definición ni prueba empírica capaz de evaluar ni
siquiera si existe un estado hipnótico!¨. Algunos
expertos aseguran que tal estado no existe.
Así
que no nos preocupemos por cómo se llame este método.
¨Autoalfamación¨
(acabo de inventarme esta palabra)
sería un término que describiría bien el proceso, pero nadie
sabría de qué estoy hablando. Estos ejercicios son técnicas
sencillas para que puedas entrar en estado alfa y
sembrar sugestiones en tu mente subconsciente.
Cuando
practiques la relajación profunda, obtendrás el beneficio añadido
de que dormirás mejor. Se ha demostrado que
dormir bien mejora la salud, la memoria y la disposición. Mucha
gente que practica la relajación profunda asegura que necesita menos
horas de sueño.
HARRY
W. CARPENTER.
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