Lágrimas de pesar verted, y el rostro
en señal de dolor cubrid, doncellas,
las liras destemplad y vuestros cantos
lúgubres suenen.
La vil ceniza del cabello cubra
los sueltos rizos que volando al aire
digan al par con vuestros ayes tristes
" Murió el poeta ".
¿ Oís ? Murió, repiten asustadas
con flébil voz las musas, y aterrado
también Apolo con dolor repite
" Murió por siempre ".
Pero mirad, mirad. Ya Melpómene
de entre el lloroso grupo se levanta,
toma la lira, y con acento triste
canta; escuchemos.
" ¿ Quién cortó - dice - la preciosa vida
del cisne de la Bética, qué mano
impía de las ondas siempre claras
del Betis arrancó su amado hijo ?
¿ Quién fue el osado ?
llorad, musas, llorad, y descompuestas
las trenzas del cabello dad al viento;
la Parca fue quien de su vida el hilo
cortó inmutable.
¿ Y no temiste ? ¿ La segura mano
al descargar el golpe no temblaba,
su respetable ancianidad, sus años
no te movieron ?
GUSTAVO ADOLFO BECQUER.
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