XXXVIII
Las
presentaciones, El Director Financiero no hizo ningún ademán de
retirarse. Esperó y tomó asiento despacio, miedoso de que le
ordenara salir; pero su jefe estaba concentrado en el propietario de
la agencia de detectives, un hombre mayor, corpulento y obeso que sí
se había sentado de inmediato en la otra silla de confidente.
-La
cuestión es bastante fácil -comenzó diciendo para después
explicarle, groso modo, su relación con Violeta, y las sospechas que
tenía, que para él ya eran certezas.
Lo
que buscaba era la confirmación de que aquel niño era su hijo. No
sabía su edad exacta, importante dato que sumaría al hecho de que
tenía unos ojos iguales a los suyos. Ahora sí quería saber de la
pareja de Violeta, de su apariencia física, y sobre todo...
-Quiero
fotografías, primeros planos del rostro del crío, de sus ojos.
-No
se preocupe.
-¿Cuándo
puedo saber algo?
-Quince
días, un mes máximo.
-Es
mucho tiempo.
-No
todo depende de nosotros, pero querrá un trabajo bien hecho, que se
disipen sus dudas.
-Por
supuesto, pero no me falle.
ANTONIO
BUSTOS BAENA.
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