Leves,
mojadas, melodiosas,
Su
oscura luz morada insinuándose
Tal
perla vegetal tras verdes valvas,
Son
un grito de marzo, un sortilegio
De
alas nacientes por el aire tibio.
Frágiles,
fieles, sonríen quedamente
Con
muda incitación, como sonrisa
Que
brota desde un fresco labio humano.
Mas
su forma graciosa nunca engaña:
Nada
prometen que después traicionen.
Al
marchar victoriosas a la muerte
Sostienen
un momento, ellas tan frágiles,
El
tiempo entre sus pétalos. Así su instante alcanza,
Norma
para lo efímero que es bello,
A
ser vivo embeleso en la memoria.
(Las
nubes, 1937-1940)
LUIS
CERNUDA.
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