A
principios del siglo XX García Moreno era un político de reconocido
prestigio en todos los círculos de Granada y también en algunos
liberales de Madrid. El ex diputado continuó con una importante
actividad política liberal, pero ahora a favor de su jefe y gran
amigo Natalio Rivas, nuevo diputado a Cortes por el Distrito
Electoral de Órgiva.
Durante
estos años, como invitado de honor, acude a los numerosos banquetes
políticos que el Partido Liberal de Granada celebra, para homenajear
a los líderes liberales de Madrid que visitan la ciudad. En estos
actos públicos, como señalan los periódicos de la época, tiene
una participación muy activa, interviniendo también como orador en
los brindis-discursos. En otras ocasiones son los políticos y
oradores quienes envían telegramas de saludos y frases de elogio
ante sus ausencias que tienen carácter profesional, político o bien
familiar. Dejamos los discursos políticos de José García Moreno,
recogidos en la prensa granadina, para una próxima publicación.
García
Moreno sería el responsable de la organización de los votos para la
candidatura y elección de Natalio Rivas, diputado a Cortes por el
Distrito Electoral de Órgiva por espacio de casi 25 años. También,
en parte, de Alberto Aguilera, Lorenzo Moret y Segismundo Moret por
el Distrito Electoral de Albuñol.
La
clave de las victorias, con independencia de la incuestionable y gran
valía de los candidatos, residía en la perfecta organización
del voto, en la política de favores, recomendaciones que solicitaban
los electores alpujarreños a García Moreno y más directamente a
Natalio Rivas; empleos
y colocaciones, fundamentalmente. Los jamones de
la Alpujarra,
en esta época todos los ibéricos, el vino, el aguardiente y otros
frutos de la comarca jugaron un gran papel. Los
jamones adquiridos por los ricos a los labradores eran regalados a
los caciques y estos a su vez a don Natalio, para mantener una
provechosa política de obsequios a amigos y adversarios políticos
en el poder, especialmente en Madrid, y así recordarles los favores
pendientes que solicitaban los alpujarreños.
García
Moreno contribuyó en exceso a esta política de jamones. Sus caseros
y aparceros que cuidaban las tierras también les criaban cerdos para
obtener suculentos jamones, provisiones para la familia y también
para la política de recomendaciones de Natalio Rivas. Muchas veces
los cerdos o lechones, procedentes de las cuadras de García Moreno,
eran cambiados por jamones en fresco, que posteriormente curaban y
tenían como destino el sótano de la casa de Natalio Rivas en
Madrid.
Una
de las cartas más curiosas, y también más corta, que Natalio Rivas
escribió a su amigo García Moreno, en relación a esta política de
protección, decía:
¨Ahora
no me pidas favores que me voy de vacaciones¨.
JUAN GONZÁLEZ BLASCO.
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