Un
técnico en problemas de circulación analiza
los peligros que acechan a
los conductores en nuestras
carreteras y sugiere la
manera de evitarlos
En
la mañana del lunes 23 del pasado mes de abril, un automóvil patinó
sobre el pavimento mojado de la carretera Valencia-Barcelona y se
estrelló contra un autocar que circulaba en dirección contraria.
Los cinco ocupantes del turismo_un muchacho de catorce años, sus
padres y otro matrimonio_resultaron muertos. Aquella misma mañana,
en Villa nova de la Barca ( Lérida ), otro conductor perdió el
control de su coche, que chocó contra la barandilla de un puente y
cayó al agua. En el accidente perdieron la vida tres niños de
cinco, tres y un año de edad. Los padres y otro niño resultaron
gravemente heridos.
Si el número de
víctimas_ocho muertos y tres heridos de gravedad_se hubiera debido a
un accidente de ferrocarril o aéreo, la noticia habría ocupado los
titulares de los periódicos en vez de quedar relegada a las pocas
líneas que se dedicaron a teles hechos luctuosos, ¿ Por qué ? En
principio, porque los accidentes de tráfico resultan harto
corrientes hoy en día; durante el último año causaron cerca de
4.500 muertos y 95.000 heridos *.
El número de vehículos
de turismo sobrepasa los tres millones y medio de unidades, comparado
con el millón de la década anterior, y el índice de accidentes ha
aumentado en proporción. En la actualidad somos un país bastante
motorizado, pero, por desgracia, son muchos los que opinan que
cuantos más coches, más accidentes. No obstante, las autoridades de
tráfico saben por experiencia que el aumento del número de
accidentes no es inevitable. La mayoría de ellos podrían evitarse,
y es necesario hacer un decidido esfuerzo en tal sentido.
Por tal razón se
creó, en 1959, la Jefatura Central de Tráfico. Su misión consiste
en dirigir y coordinar el tránsito y su seguridad, así como educar
a los conductores en el respeto de las normas del Código de la
Circulación, y prevenirles de los peligros en la carretera. Dicho
organismo cuenta con unos 2.600 funcionarios administrativos entre la
Jefatura Central y las Provincias. Una unidad especial de la
Guardia Civil Agrupación
de Tráfico_ presta
servicios en las carreteras. Su presupuesto anual es de
casi mil millones de pesetas. Sin
embargo, ninguna suma puede frenar el creciente número de accidentes
de tráfico sin la mutua cooperación entre la Jefatura de Tráfico y
el conductor de cada vehículo.
LOS
PELIGROS QUE AMENAZAN.
En 1971, España contaba con 307 kilómetros de autopistas abiertas
al tráfico. Para 1975, se habrán alcanzado los 960 kilómetros. Por
término medio, se invierten veinte mil millones de pesetas al año
en la construcción y mejora de las carreteras. A esto hay que añadir
la creciente disponibilidad de automóviles de mayor potencia y
velocidad. Tales adelantos, sin embargo, deberán hallar réplica
paralela en la mentalidad del conductor. Por esta razón, uno de los
principales objetivos de la Jefatura es el de llevar al ánimo de los
automovilistas el conocimiento de los peligros que les aguardan en la
carretera y la manera de enfrentarse a ellos.
El conductor deberá
comprender, por ejemplo, QUE LAS SEÑALES DE TRÁFICO EN
CARRETERA ESTÁN AHÍ CON UN PROPÓSITO;
EL DE AYUDAR A EVITAR ACCIDENTES.
Durante la pasada década, el Estado invirtió unos veinticinco
millones de pesetas por provincia en la señalización de carreteras.
Actualmente, cualquier intersección de carreteras de dos direcciones
cuenta con hasta una docena de señales. Cuando es necesario, las
carreteras se hallan equipadas con señales reflectantes que
facilitan la conducción nocturna.
Pero la señalización
por sí sola no puede garantizar la seguridad en carretera si el
conductor no la tiene en cuenta. El 29 de marzo de 1973, un automóvil
se aproximaba a una curva en la carretera N-121,
en Navarra,
y empezó a tomarla sin reducir la velocidad. Para no
perder el control del coche, el conductor se vio obligado a invadir
el carril de la dirección contraria. Su automóvil chocó contra un
camión, y el número de víctimas del accidente fue de cuatro
muertos y dos heridos graves. Si
este conductor, adecuando su conducta a una señal que anunciaba la
curva, hubiera reducido la velocidad, podría haber evitado un choque
de trágicas consecuencias.
En 1972, el ochenta por ciento del total de accidentes se
debió a no respetar las señales y las normas de tráfico.
Es decir, más de setenta mil accidentes se podían haber evitado
fácilmente.
Hasta
el conductor más prudente deberá adoptar precauciones ante los
peligros que escapan a su control. La Jefatura Central de Tráfico
subraya la necesidad vital del uso de los Cinturones de Seguridad. El
pasado marzo, en la carretera N-30, en Oviedo, un vehículo derrapó,
a causa de un fallo mecánico, y fue a chocar contra un muro de
contención. Debido al
fuerte impacto, el conductor salió despedido de su asiento,
se estrelló contra la calzada y murió en el acto. El
uso de un Cinturón de Seguridad probablemente le habría salvado la
vida. Actualmente, casi un millón de coches en
España se hallan equipados con Cinturones de Seguridad. Pero,
a pesar que una nueva norma hace obligatoria la instalación de los
mismos en todos los coches y de que la Jefatura Central ha hecho
campañas en Pro de su Uso, la mayoría de los automovilistas
Españoles descuida su utilización. Un Cinturón de Seguridad en
Carretera es tan Necesario como UN SALVAVIDAS EN EL MAR. El
Cinturón evita dos de los peligros más comunes; que el conductor
sea lanzado de su asiento o que su cabeza se estrelle contra el
Parabrisas en el Momento del Choque.
CONDICIONES
DEL CONDUCTOR. El principal requisito para evitar
accidentes es que el conductor mantenga estrecha vigilancia sobre
lo que ocurre a su alrrededor.
Para reaccionar oportunamente ante las Señales, Peatones y
Semáforos, el automovilista deberá estar en perfecto estado físico
y mental. La lentitud de reflejos, una distracción momentánea y, lo
peor de todo, CONDUCIR BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL, puede
convertir un paseo en coche en una tragedia. El
conductor deberá intuir los cambios que puedan producirse en las
circunstancias externas. Si no responde bien a esta exigencias,
constituye una invitación a un accidente.
Existen varios
factores que limitan la capacidad de reacción de un conductor. El
Cansancio, por ejemplo, a menudo es la causa que transforma a un
automovilista potencialmente seguro
en un homicida. Consideremos, por ejemplo, el accidente que ocurrió
en el pasado mes de marzo en la carretera 340, en la provincia de
Castellón. Un coche con cuatro personas se
desvió de su carril y chocó de frente con otro vehículo. Los
cuatro ocupantes resultaron muertos. En
este caso, la causa no fue el suelo resbaladizo, la velocidad
excesiva o la inexperiencia. Al parecer, el conductor
se había dormido al Volante.
Durante 1971, hubo en España 481 accidentes fatales provocados por
el cansancio. ¡ Y 375 de ellos ocurrieron mientras el conductor se
hallaba dormido !
El
alcohol es otra de las principales causas de accidente en nuestro
país. Las estadísticas hablan de su predominante
incidencia en aquellos que ocurren después de las diez de la noche.
Y no se deben a un estado de embriaguez total. El
estar un poco bebido es lo que produce más víctimas, puesto que el
automovilista que sólo a tomado unas copas se considera en mejores
condiciones para conducir que el que ha sobrepasado su límite
normal. El conductor deberá recordar que el noventa
por ciento del alcohol ingerido se mantiene en la sangre durante
horas, retardando sus reflejos, reduciendo su campo visual y, por
tanto, originando lagunas en cuanto a la percepción de distancias y
a la apreciación de la velocidad. Un índice de sólo 0,5 gramos por
mil de alcohol en la sangre duplica el riesgo de accidentes; si el
porcentaje es de 0,8 gramos por mil, el riesgo se ha cuadruplicado.
Estos son datos que debería tener en cuenta todo conductor.
LA
EDUCACIÓN DEL CONDUCTOR; SEGURIDAD A TRAVÉS DE LA COOPERACIÓN.
El año pasado, más de ochocientos mil alumnos se matricularon en
las Auto-Escuelas para sacar su permiso de conducir. Estas escuelas
dan a cada alumno unas veinticinco horas de preparación como mínimo
antes de sufrir el correspondiente examen. Pero hace falta algo más
si queremos convertirnos en un país de conductores conscientes; en
tal sentido, la Jefatura Central de Tráfico intenta seguir la labor
empezada en las Auto-Escuelas y recalcar a los conductores sus
responsabilidades y la necesidad de cumplir las normas de circulación
al PIE DE LA LETRA.
La Jefatura Central
mantiene también contacto con las escuelas primarias de toda España,
a las que provee de material didáctico adaptado a la mentalidad
infantil en un intento de abrir el camino a una futura generación de
buenos conductores. Los
niños reaccionan con gran entusiasmo ante esta asignatura de ¨
adultos ¨. Se celebra anualmente un concurso de dibujos sobre
tráfico entre escolares, en el que el año pasado hubo quince mil
participantes.
Los
parques infantiles de tráfico se consideran como el mejor medio de
poner al niño en contacto directo con problemas a los que deberá
enfrentarse en el futuro, tanto en carretera como en ciudad. Estos
parques poseen pequeños coches de motor o de pedales, así como
bicicletas, y en ellos los niños aprenden a resolver diversos
supuestos de tráfico. Actualmente, España cuenta con
cincuenta de estos parques con carácter fijo, y la Jefatura posee
otros, móviles, que recorren las provincias y sirven para
proporcionar enseñanza sobre la seguridad en carretera.
Mediante campeonatos locales, nacionales o internacionales se
estimula el interés del niño. España resultó campeona
internacional en 1968 y 1969, y subcampeona en 1970.
Las campañas de
seguridad también forman parte de nuestros programas. El aumento de
riesgos estacionales, como en el caso de las vacaciones de Semana
Santa, nos llevó a lanzar el pasado año una campaña con la
consigna: ¨ Gane tiempo y seguridad: respete el derecho de paso ¨.
La Jefatura ofrece a todos los medios informativos un boletín
mensual de prensa y radio, así como carteles, folletos, películas y
spots en la televisión. Hasta hoy se han realizado tres
documentales, uno de los cuales_¨Tráfico Documento II ¨_obtuvo
recientemente un primer premio en un festival internacional.
El buen estado del
automóvil es otro de nuestros objetivos en la prevención de
accidentes. Durante la primera campaña de Alumbrado y el Neumático,
en 1965, se descubrió que el 58 por 100 de los vehículos revisados
tenían defectos en el alumbrado. En la campaña del último año,
gracias al trabajo realizado, la cifra se había reducido al treinta
por ciento.
Resultados como
éstos son alentadores, pero hay que redoblar los esfuerzos hasta
convencer al público de que los accidentes de tráfico pueden
evitarse si conducimos de manera cuidadosa y consciente. Porque, en
último término, está en manos de los tres millones de propietarios
de vehículos en España el hacer de la conducción una tarea grata,
y no una amenaza para la seguridad de todos.
POR ORESTES SERRANO
LINUESA
Jefe de Prensa de la Jefatura Central de Tráfico.
Jefe de Prensa de la Jefatura Central de Tráfico.
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