Un fonetista yugoslavo ha
encontrado la llave
del mundo del sonido que libera
a los sordos
de su prisión de silencio.
MAXIM, un niño moscovita de
cinco años de edad, sabe lo que debe hacer. Se sube a una silla,
agarra un objeto conectado por alambres a una caja de metal, sonríe
y espera. El terapeuta de ruso Mladek Lovrie, sentado frente al niño,
ajusta dos botones en la caja y coge el micrófono.
¨ Ba... ba... ba ¨, dice
Lovric. El niño vacila, luego trata de repetir: ¨ Pa... pa... pa ¨.
¨ Ba... ba... ba ¨, insiste
Lovric, ajustando mejor los mandos.
Por fin Maxim repite bien,
aunque vacilante: ¨ Ba... ba... ba ¨.
Lovric le hace un ademán de
aprobación y poniéndose la mano izquierda sobre la cabeza, como la
pluma de un indio, dice: ¨ ¡ Juuujuuujuuu ! ¨, balanceándose de
atrás adelante.
¨ ¡ Juuujuuujuuu ! ¨, repite
el niño jugando y riendo.
Lovreic se pone el dedo sobre
los labios como indicando silencio:
¨ Shshshshshsh...¨
Maxim le imita: ¨ Pshshshshsh
¨.
Después de una serie de
juegos, de nuevos ajustes a los mandos y de repeticiones, Maxim ha
aprendido a decir claramente: ¨ Babuchka doma ¨, que en ruso quiere
decir: ¨ La abuela está en casa ¨.
Fisiológica-mente, Maxim es
completamente sordo. A los siete meses de edad, un ataque de
meningitis le lesionó gravemente los nervios del oído interno. Los
tratamientos habituales no dieron resultado y, dado que la mayor
parte de los mudos no aprenden a hablar porque no oyen, Maxim pudo
haber quedado sumido para toda la vida en el silencio de los
sordomudos si sus padres no lo hubieran llevado al Centro de
Rehabilitación del Habla y del Oído, de Zagreb, donde ocurrió la
escena anteriormente descrita. Allí, el profesor Petar Guberina,
lingüista y fonetista yugoslavo, ha perfeccionado el método ¨
verbo-tonal ¨ que se está imponiendo en todo el mundo como terapia
para la sordera.
El supuesto fundamental del
método es sencillo. Dice Guberina, hombre agradable, de cincuenta y
tantos años de edad, y director del Centro: ¨ Nadie es
completamente sordo, es decir, totalmente incapaz de percibir el
sonido ¨.
Los sonidos naturales son una
combinación de vibraciones de distintas frecuencias, y las del habla
están dentro de unas gamas determinadas. Los sordos pierden en
diverso grado la capacidad de percibir la gama más utilizada, pero
todavía pueden captar algunas frecuencias, generalmente las más
graves. Sin embargo, éstas se confunden con el sonido,
imperfectamente percibido, de las agudas. Guberina pensó que
bastaría con eliminar estas interferencia, amplificar las
frecuencias que el sordo puede oír, y adiestrarlo a interpretar los
sonidos por medio de éstas.
¨ El método se basa ¨ ,
dice, ¨ en desarrollar la percepción del habla mediante el cultivo
de las frecuencias de sonido que el paciente capta. Una persona puede
aprender a leer un texto aun sin ver la parte superior o inferior del
reglón; de manera análoga, es posible entender el habla aunque la
mitad o más de las vibraciones que la componen se perciban ¨.
En el Centro de Zagreb, los
terapeutas averiguan primero la gama de frecuencias que el paciente
percibe. Es curioso que algunos sonidos graves pueden ser oídos o
sentidos; las lentas vibraciones de un buque en el mar a veces se
oyen como un ruido sordo, y otras simplemente se siente como una
ligera sacudida. El inventor y sus ayudantes aprovechan este fenómeno
para despertar la conciencia del sonido en casos muy graves. Por
ejemplo, Maxim estaba usando un vibrador de baja frecuencia para
aprender a ¨oír ¨ a través de las manos. Las pruebas indican que
pronto podrá usar audífonos para percibir sonidos filtrados, y
después de muchos meses de adiestramiento habrá aprendido a oír y
a hablar.
El tratamiento del profesor
Guberina está ganando prestigio en muchos países; desde Francia
hasta la Unión Soviética y desde la Argentina al Canadá y los
Estados Unidos, acuden pacientes a Zagreb. Guberina pasa gran parte
de su tiempo dando conferencias en diversos países, y los terapeutas
adiestrados por él despliegan su actividad en muchos de los
cincuenta centros verbo-tonales establecidos en diferentes países.
El doctor Claude Apap, director del Centro de Fonética Aplicada, de
París, dice: ¨ El método verbo-tonal no será la última palabra,
pero indudablemente es la mejor terapia de que disponemos hoy día ¨.
Petar Guberina se ha interesado
siempre por el sonido. Hijo de un viticultor dálmata, trabajó para
pagarse los estudios en la Universidad de Zagreb, donde, después de
obtener un diploma en francés, se especializó en fonética; luego
se doctoró en la Sor-bona. En 1951, fue nombrado profesor auxiliar
en la Facultad de Filosofía y Letras de Zagreb, e inició una
carrera docente que hubiera podido ser muy tranquila.
Mientras escuchaba a
estudiantes de distintos países, se preguntaba por las causas de la
pronunciación incorrecta de un idioma extranjero. Por ejemplo, la
palabra francesa voiture ( coche ), un inglés la pronuncia vóichur;
un español voitur, y un servo-croata, voitir. Es más: el que habla
no se da cuenta de que está pronunciando mal las palabras porque
también las oye mal. ¿ Por qué ? Un niño normal nace con una
percepción perfecta de los sonidos, pero hacia los quince años de
edad se queda sordo para algunos que no le son familiares; según
Guberina, no se trata de una sordera del oído, sino de una ¨sordera
¨mental, o sea, el no reconocimiento de estos sonidos por el
cerebro. En cierto modo, un inglés se hace duro de oído en Francia,
y un francés, en Alemania.
¿ Cómo se aplicaría este
fenómeno a una persona que es dura de oído en su propio idioma ? ,
se preguntó Guberina.
Pronto se le presentó la
oportunidad de averiguarlo. En 1952, la Clínica del Oído de la
Universidad le pidió que hiciera una lista de las palabras
servo-croatas de uso más frecuente para utilizarlas en pruebas de
audiometría. ¨ Pero como las palabras contienen muchos sonidos
superpuestos ¨, recuerda el profesor, ¨ pensé que sería más
revelador escoger partes de palabras de una frecuencia
predominantemente alta o baja para determinar si los pacientes
percibían más unas que otras ¨.
El investigador y su ayudante
pasaron días enteros produciendo sonidos a través de una serie de
filtros de frecuencia de fabricación industrial. Llamaron a estos
sonidos ¨ logátomo ¨, y cada uno debía ser ¨ rico ¨ en una
banda de frecuencia únicamente. Por ejemplo, ¨ Si---si ¨ era un ¨
logátomo ¨típico de alta frecuencia, y ¨ bu u-bu u ¨ uno de baja
frecuencia. Para probar la audición de los pacientes de forma más
precisa, hizo construir una máquina que se conoció como SUVAG (
siglas en inglés de Sistema Universal de Audición Verbo-tonal
Guberina ).
La SUVAG pronto confirmó lo
que los especialistas sabían desde hacía ya algún tiempo; la
mayoría de los sordos pierden la percepción de las frecuencias
altas. Por consiguiente, los audífonos corrientes se diseñaron para
amplificar las frecuencias altas, pero no se preocupaban de las
bajas.
Guberina decidió tratar de ¨
transmitir ¨ en dichas frecuencias. Sus ingenieros construyeron una
nueva máquina, la SUVAG I, capaz de transmitir, bien a través de
audífonos o mediante un pequeño vibrador, frecuencias hasta de un
ciclo. El profesor estrenó esta máquina con una anciana que se
había quedado sorda hacía cuarenta años, a consecuencia de una
enfermedad infecciosa. Después de algunos días de adiestramiento,
la anciana entendió fragmentos de conversación transmitidos en
dichas bajas frecuencias, y fue tal su felicidad al oír el habla
humana que volvió un día tras otro para que le permitieran escuchar
más.
Con el tiempo, ambos pacientes
comenzaron a comprender más y mejor, ante la sorpresa de los médicos
que habían seguido los experimentos. Los especialistas sabían que
no podía haber una mejora fisiológica en la percepción del sonido;
y, sin embargo, no cabía duda de que la comprensión del habla había
mejorado.
El profesor Guberina da esta
explicación: ¨Inconscientemente, los pacientes se estaban
reeducando mentalmente para la percepción del habla por medio de los
tonos más bajos, o de una combinación específica de tonos graves y
agudos. Era como si estuvieran aprendiendo a leer sirviéndose
únicamente de la parte inferior de las palabras ¨.
Si los adultos aprendían a
entender el habla filtrada, los niños, cuyo cerebro tiene mayor
flexibilidad, podrían hacerlo mejor aún. Así pues, empezó a
trabajar con niños sordos. Su ayudante, Yugoslav Gospodnetic,
recuerda: ¨ Esta fue la parte más emocionante de la investigación.
Con adultos que ya conocían el idioma, aveces nos bastaba encontrar
el campo óptimo de audición y trabajar sobre él. Con los niños,
podíamos dar acceso a todo el proceso de aprendizaje de la lengua y
de la educación ¨.
La fama del trabajo que estaba
realizando el profesor Guberina se extendió rápidamente, y el
gobierno le ofreció un edificio y los fondos necesarios para fundar
un Centro de Rehabilitación del Habla y del Oído. En la actualidad,
un promedio de cuatrocientas a quinientas personas de todas las
edades están en tratamiento en el Centro de Zagreb, que cuenta con
un personal de más de cincuenta técnicos. La re-educación de los
adultos es más difícil que la de los niños, a menos que el
tratamiento se inicie inmediatamente después del accidente que
produjo la sordera, o con tiempo suficiente en los casos de fallo
progresivo. En la mayor parte de los casos se obtienen algunos
resultados, pero el profesor Guberina hace hincapié en que todavía
falta mucho por hacer: ¨ Los sordos que no conocen ningún lenguaje
no pueden oír ni hablar inmediatamente con la ayuda de una máquina.
En los casos en que es posible el tratamiento, se necesita un trabajo
metódico durante un largo período de tiempo ¨.
En una reciente visita que hice
al Centro observé a siete niños, de tres a cuatro años de edad,
sentados en semicírculo en el suelo en un cuarto amplio y lleno de
luz, algunos con audífonos y otros cogiendo vibradores, que se
conectaban con una máquina SUVAG. En el centro, la terapeuta Dunja
Ruljancie, levantaba los brazos hacia el techo como una bailarina de
ballet y decía ante el micrófono que llevaba colgado del cuello: ¨
Aaaaaaa...¨ Los niños trataban de imitarla. ¨ Eeeeeee...¨,
continuaba la muchacha estirando los brazos al frente con las palmas
de las manos hacia afuera; ¨ Ooooooo...¨, llevándose los brazos
hacia el pecho con un movimiento circular.
_¿ Para qué es la mímica ?
_pregunté.
Al
principio me explicó el doctor Guberina _utilizamos movimientos
corporales para facilitar la articulación. Es sabido que ciertos
gestos ayudan a producir determinados sonidos. Los movimientos
también ayudan al ritmo, y posteriormente se usan para aclarar el
sentido de oraciones habladas.
Una vez que un niño ha
aprendido a entender el habla por medio de frecuencias seleccionadas
y puede expresarse en forma comprensible, se le adapta un audífono
que se acerque lo más posible a su propia gama de frecuencias, y se
le envía a un colegio. ( Del veinte al veinticinco por ciento de
estos niños son completamente sordos.) Si tiene problemas para
seguir el programa normal, el Centro le ofrece clases de recuperación
en varias asignaturas, destinadas principalmente a acostumbrarse al
sonido de las palabras nuevas, propias de cada materia de estudio.
A
lo largo de sus investigaciones sobre la terapia de la sordera, el
profesor Guberina mantuvo su interés inicial por los idiomas. Cuando
la primera SUVAG se puso en funcionamiento, y con la ayuda de
estudiantes nativos, empezó a descubrir las frecuencias
predominantes del francés, inglés, alemán, ruso, italiano y
servo-croata, que constituirían también las mejores bandas
auditivas para los individuos de cada nacionalidad. Una vez que las
hubo establecido, podía filtrar los sonidos de la lengua extranjera
para adaptarlos a la gama del que los escuchaba, En seguida empezó a
experimentar con un grupo de jóvenes africanos que estudiaban en
Zagreb. ¨ después de seis meses de adiestramiento, llegaron a ser
los primeros africanos que hablaban el servo-croata casi sin acento
¨, dice el doctor, riendo.
El
nuevo descubrimiento llevó a la construcción de una tercera
máquina, la SUVALINGUA, para la enseñanza de idiomas. Al mismo
tiempo, Guberina trabajó en colaboración con el profesor Paúl
Rivenc en el Centro de Idiomas CREDIF, del gobierno francés, situado
en las afueras de París, con el fin de perfeccionar un nuevo método
para la enseñanza del francés. Este, que lleva el nombre de Método
Estructuro-Global, pone énfasis en los sonidos; los estudiantes
aprenden primero la entonación y ritmo general del diálogo en
situaciones dadas, luego las palabras y finalmente los sonidos de que
éstas se componen. A lo largo del aprendizaje la SUVALINGUA corrige
los errores de pronunciación.
El método Guberina-Rivenc
CREDIF se utiliza actualmente en 98 países, y, solamente en los
Estados Unidos, dos mil universidades y centros de enseñanza
secundaria lo han adoptado para enseñar el francés. Se está
extendiendo a la enseñanza de otras lenguas, y la prestigiosa
Escuela Internacional de Intérpretes de Mons ( Bélgica ) se propone
aplicarlo próximamente para enseñar el chino.
Con
todo, la preocupación principal del doctor Guberina sigue siendo su
trabajo con los sordos. Las máquinas SUVAG se fabrican actualmente
tanto en Yugoslavia como en Francia, y se ha ideado un modelo
portátil para uso doméstico. Abriga la esperanza de que los
fabricantes comerciales encuentren pronto una manera económica de
producir audífonos adaptados a las necesidades individuales de cada
persona. Pero desde ahora se pueden anotar en su haber realizaciones
importantes. ¨ En Zagreb hemos revisado la definición de sordera
total ¨, dice. ¨ Podemos afirmar que, prácticamente, cualquier
niño sordo, si no ha sufrido lesión cerebral ni tiene serios
problemas mentales, puede aprender en cierta medida a percibir el
habla y a hablar. En el caso de personas mayores, tratamos de
ayudarles a salir del aislamiento de la sordera total. Y eso ya es
algo, ¿ no es verdad ? ¨
POR ALEXANDRE DOROZYNSKI.
Hola. Me interesa saber si hay algún centro en la Ciudad de México en el que se use este método. Gracias.
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