" SIMPLIFÍCALO "
La
verdad es como la levadura y hace fermentar la justicia y el amor,
que son los pilares en que descansa una comunidad si está llena de
vida:
la
justicia y el amor.
Vivimos
cada día en la mentira.
Las
mentiras nos nacen de la sangre misma, desde el señor encopetado al
pequeñajo que llega a casa con disculpas.
Las
mentiras tienen carta de ciudadanía.
A
menudo llegamos incluso a convertirlas en ciudadanas de honor.
Brotan
las mentiras como hongos:
el
chisme más estúpido y vulgar
se
enrosca en el anzuelo seductor
de
un “ Dicen que...” o un “ ¿ No has oído que...?
Mentiras
de la “ gran políticas “:
con
la mayor frecuencia
no
se rige en absoluto por la verdad,
sino
por el interés propio
y
el del partido.
Mentiras
para hacer negocio:
los
defectos de la mercancía
se
cubren de maquillaje
y
nos los pone todo “ por las nubes “
la
refinada tosquedad de los anuncios.
Esas
mentiras que vemos
por
todas partes
tienen
la culpa
de
nuestras desorientación y desconfianza.
Las
mentiras son un cáncer
que
roe a la gente por dentro
y
carcome con mortal seguridad
las
raíces de la paz,
la
bondad y la confianza.
PHIL
BOSMANS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario