Ahora,
sobrado de tiempo... pienso,
En
mis hijos y en ti, Julia
¡no
hay mejor bálsamo!
¡no
hay mejor cura!
Te
escribo a ti, que me amas
A
ti, que sufres por mí y
Exteriorizas
tu pesar, al son
Del
vals de tu dulzura... a ellos
Dos
cuerpos, dos azucarillos
Que
se diluyen en tu sangre
Dos
almas, dos niños,
Galopando
entre mis venas.
Hoy
vuelvo a dar gracias a Dios
Por
los dos ¨peques¨ de mi fuente
Hermosos
ríos de tu mar... azul...
Saco
los recuerdos del baúl
Desde
aquí, en este hospital
Donde
discurre lento el día
Y
los enfermos son, reyes del tiempo,
Pensión
inerte huésped del mal
Que
se engaña mejor con una vía,
Y
así voy amor, recuperando el cuerpo
Cerrando
la mente a canto y cal.
A
mi familia, porque sabéis
Que
mi vida... sin vosotros
Carecería
de sentido
Quizás
por eso... aún sigo aquí
¡Os
quiero a morir!
(El
papa, hospitalizado en el Virgen de la Luz de Cuenca por accidente de
tráfico)
9
de junio de 2oo3.
JUAN
M. CLIMET
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