El
temor es el enemigo número uno de la tranquilidad y de la felicidad,
que lleva muchas formas evidentes y escondidas. El miedo, el pavor,
la ansiedad componen el grupo más numeroso de las emociones humanas.
Es suficiente asustarse por algo, admitir los pensamientos del miedo,
e inmediatamente sintonizas a las aglomeraciones de energías
psíquicas nocivas, provenientes de todas aquellas personas miedosas,
las cuales te influenciarán en forma muy dañina.
Si
uno cede el miedo fácilmente, se establece el contacto con las masas
exteriores idénticas de energías psíquicas y se hace esclavo de
ellas.
Hay
que romper de una vez por todas el contacto con las emanaciones del
miedo. Repite constantemente: ¨No
tengo miedo¨, ¨No le temo a nada ni a nadie¨.
No pienses en lo temible, no te permitas mirar algo terrible (puede
ser cualquier cosa incluyendo películas e ilustraciones de
revistas). No oigas historias de pavor. No leas
nada aterrador. Todo esto tiene influencia negativa en tu
comportamiento, que te impide librarte del miedo.
JOSÉ
FARID H.
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