Abierta
a la vega y a sus ríos
Cerrada
al invasor que la desea
Rincones
de romances y suspiros
Lejanas
sombras de sangre en la pelea.
¿Qué
secretos esconde tu corazón?
Medieval
plaza, en pilares porticada
Cuantos
duelos, cuanta sinrazón.
Cabalga
por tus venas recordada.
Ecos
de las calles que a ti llegan
Guardián
de cotilleos de mercado
Donde
felices los niños juegan
Y
preso el viajero, queda prendado.
Encrucijada
de puntos cardinales
Que
al sediento otorga recompensa
Arteria
que mana de sus fuentes
Agua
clara, fresca, que todo lo compensa.
Estoy
dentro, en el centro de esta villa
Sin
saber muy bien, dónde encaminar mis pasos
Todo
Cañete es un laberinto, monumento que maravilla.
Con
sus encrucijadas y sus lazos
Comunión
de judíos y cristianos
De
musulmanes y gitanos
Un
espacio vivido como hermanos.
Rezos
y culturas, en creación unidos
A
esta tierra de nobles leales.
Hacia
el norte subo al castillo, su cabeza
A
las Eras, si voy al sur, el sustento
Al
Postigo llego por el oeste, rica naturaleza
Y
al este, mágica puerta encuentro, que corta el viento.
Todo
esto aquí nombrado, y lo que falta, está envuelto
En
muralla de sudor y barro, de siglos en piedra
De
amores, batallas, leyendas, cubiertas de hiedra.
22
de octubre de 2003.
Cañete,
Cuenca.
JUAN
MARCOS CLIMENT CARBONELL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario