sábado, 18 de julio de 2015

GARCÍA MORENO Y LA POLÍTICA DE FAVORES.


  A principios del siglo XX García Moreno era un político de reconocido prestigio en todos los círculos de Granada y también en algunos liberales de Madrid. El ex diputado continuó con una importante actividad política liberal, pero ahora a favor de su jefe y gran amigo Natalio Rivas, nuevo diputado a Cortes por el Distrito Electoral de Órgiva.

Durante estos años, como invitado de honor, acude a los numerosos banquetes políticos que el Partido Liberal de Granada celebra, para homenajear a los líderes liberales de Madrid que visitan la ciudad. En estos actos públicos, como señalan los periódicos de la época, tiene una participación muy activa, interviniendo también como orador en los brindis-discursos. En otras ocasiones son los políticos y oradores quienes envían telegramas de saludos y frases de elogio ante sus ausencias que tienen carácter profesional, político o bien familiar. Dejamos los discursos políticos de José García Moreno, recogidos en la prensa granadina, para una próxima publicación.

García Moreno sería el responsable de la organización de los votos para la candidatura y elección de Natalio Rivas, diputado a Cortes por el Distrito Electoral de Órgiva por espacio de casi 25 años. También, en parte, de Alberto Aguilera, Lorenzo Moret y Segismundo Moret por el Distrito Electoral de Albuñol.

La clave de las victorias, con independencia de la incuestionable y gran valía de los candidatos, residía en la perfecta organización del voto, en la política de favores, recomendaciones que solicitaban los electores alpujarreños a García Moreno y más directamente a Natalio Rivas; empleos y colocaciones, fundamentalmente. Los jamones de la Alpujarra, en esta época todos los ibéricos, el vino, el aguardiente y otros frutos de la comarca jugaron un gran papel. Los jamones adquiridos por los ricos a los labradores eran regalados a los caciques y estos a su vez a don Natalio, para mantener una provechosa política de obsequios a amigos y adversarios políticos en el poder, especialmente en Madrid, y así recordarles los favores pendientes que solicitaban los alpujarreños.

García Moreno contribuyó en exceso a esta política de jamones. Sus caseros y aparceros que cuidaban las tierras también les criaban cerdos para obtener suculentos jamones, provisiones para la familia y también para la política de recomendaciones de Natalio Rivas. Muchas veces los cerdos o lechones, procedentes de las cuadras de García Moreno, eran cambiados por jamones en fresco, que posteriormente curaban y tenían como destino el sótano de la casa de Natalio Rivas en Madrid.

Una de las cartas más curiosas, y también más corta, que Natalio Rivas escribió a su amigo García Moreno, en relación a esta política de protección, decía:

¨Ahora no me pidas favores que me voy de vacaciones¨.

JUAN GONZÁLEZ BLASCO.

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