Ya
baña al pueblo ese aroma
del recuerdo, de entrañables días.
del recuerdo, de entrañables días.
Movimiento
de gentes y cofradías
semanas
metidos en la Cuaresma.
Me
viene a la memoria, siendo pequeño
una
visión, una película ¨La Vida de Jesús¨
penetré
perdido, dentro de ese sueño
desperté
llorando, El anclado en su ¨Cruz¨
Con
el brazo derecho bendiciendo... rodilla en tierra.
Con
el hombro izquierdo inmóvil... sujetando los maderos.
Peso
efímero que alimenta a los corderos,
paso
de malos tiempos, de odios y de guerras.
Y
el día, se cubre de silencio, de pena
en
estas calles, las entrañas de Archena
se
viste de impotencia y de amargura... de pesar
que
una gente cruel y tan cobarde... lo fustiguen
lo
maltraten, en el nombre del Padre
y
quieran matar al que ¨todo lo cura¨
¿Por
qué permite Dios tanta locura?
Jesús,
el ¨salvador de Almas¨.
Tú,
esclavo entre los hombres.
Amigo
y hermano de los pobres.
Triunfador
humilde ¨Sembrador de Calmas¨
Mirarte
quiero y no me atrevo... Señor
haz de mí
tu siervo cautivo
sin poder
suplicar por mis pecados
los fieles
alrededor, arrodillados.
Ahora
levanto la mirada... para verte,
pasas por
mi lado tu brazo por mi frente.
Otórgame
¡Ay! ¨Cristo del Gran Poder¨,
la dicha
inmensa de sentirte y amarte
dame el
perdón, déjeme creer... ¡Hoy,
mañana y
en la hora de la muerte!
Semana
Santa de Archena, Murcia,
1999.
JUAN
MARCOS CLIMENT CARBONELL.
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