Cuenca,
Belmonte, Motilla
Tarancón,
Uclés, Cañete,
San
Clemente, Minganilla,
Priego,
Belinchón y Huete.
Es
la Cuenca que venía
En
la vieja geografía,
Que
aprendimos con soltura
Por
salvar la asignatura.
Pero
existe otra más bella
Que
sorprende a quien la huella
Es
la Cuenca que fascina,
Que
te embriaga, que alucina.
La
de ríos cristalinos
que
discurren entre pinos
e
invitan a sus gentes
Con
solemnidad que asusta
a
sus aguas transparentes
más
que beber, se degusta.
Es
la de extenso pinares
De
vientos en sinfonía
Que
entonando van cantares
Cual
erguida escolanía
Y
naciendo desde el suelo
vuelan
hasta el Cielo
Es
policromía de verdes
Es
un sinfín de colores
Que
sirvió para copiar
A
los más grandes pintores.
La
de peñas esculpidas
En
mil figuras informes
Que
mirándolas comprendes
La
pequeñez de los hombres.
Esa
Cuenca de tal natural belleza,
Que
te embriaga y absorbe la cabeza
Ignorada
y que yo desconocía
Es
la Cuenca de la Serranía.
Otoño
de 1999.
JUAN
MARCOS CLIMENT CARBONELL.
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