Diciembre
de 1919
(MADRID)
La
sombra de mi alma
Huye
por un ocaso de alfabetos.
Niebla
de libros
Y
palabras.
¡La
sombra de mi alma!
He
llegado a la línea donde cesa
La
nostalgia,
Y
la gota de llanto se transforma
Alabastro
de espíritu.
(¡La
sombra de mi alma!)
El
copo del dolor
Se
acaba,
Pero
queda la razón y la sustancia
De
mi viejo mediodía de labios
De
mi viejo mediodía
De
miradas.
Un
turbio laberinto
De
estrellas ahumadas
Enreda
mi ilusión
Casi
marchita.
¡La
sombra de mi alma!
Y
una alucinación
Me
ordeña las miradas.
Veo
la palabra amor
Desmoronada.
¡Ruiseñor
mío!
¡Ruiseñor!
¿Aún
cantas?
FEDERICO
GARCÍA LORCA.
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