GUSTAR
A LOS DEMÁS
Agradar
a los demás suele ser, por lo general, una necesidad y una de las
bases de las relaciones sociales.
El
secreto consiste en no pretender ser como los demás, hay que ser
uno mismo, pues la mejor manera de conocer otros pensamientos, dando
a conocer los propios.
¿Hay
alguien más atrayente que una persona simpática que nos haga pasar
un buen rato? Alguien que con su impronta nos muestre su lado
espiritual, que con sus conocimientos nos transporte a lo desconocido
dándonos la sensación de estar viviendo el momento.
En
todo esto, hoy, al igual que con el árbol que no deja ver el bosque,
pasa lo mismo que con la juventud: Suenan más los sucesos de cuatro
incontrolados, que dan una sensación falsa, que los de una juventud
con formación, con inquietudes, preocupados por su entorno,
participando en cuantos movimientos los requieran y un largo etc.
Nuestro
grupo de Torre Pacheco tiene la gran suerte de conocer a un grupo de
esa gente joven, representados en la persona de nuestro guía Marcos,
él nos ha dado relajación espiritual a través de sus poemas.
Él
nos ha formado e informado de las delicias de esta gran tierra
hermana que es ¨Cuenca¨ en la zona de Cañete. Él nos ha acercado
a los ríos, a las copas de los pinos, a las cumbres de los montes y
desde éstos nos hemos sentido más cerca de los pies del creador.
Por
todo ello, de este grupo del cual me hago portavoz, ¡Gracias Marcos,
a ti por tu paciencia y a tu equipo de la Hostelería de Cañete por
su simpatía y atenciones!
MANOLO
GIL, 28 DE ABRIL DE 2000.
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