XX
PRELUDIO
Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy
[quiero
poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas de órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.
Madurarán su aroma las pomas otoñales,
la mira y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales,
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.
Al grave acorde lento de música y aroma,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.
ANTONIO MACHADO.
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