(
Poemas para un cuerpo)
Playa
de la Roqueta;
Sobre
la piedra, contra la nube,
Entre
los aires está, conmigo
Que
invisible respiro amor en torno tuyo.
Mas
no eres tú, sino tu imagen.
Tu
imagen de hace años,
Hermosa
como siempre, sobre el papel, hablándome,
Aunque
tan lejos yo, de ti tan lejos hoy
En
tiempo y en espacio.
Pero
en olvido no, porque al mirarla,
Al
contemplar tu imagen de aquel tiempo,
Dentro
de mí la hallo y lo revivo.
Tu
gracia y tu sonrisa,
Compañeras
en días a la distancia, vuelven
Poderosas
a mí, ahora que estoy,
Como
otras tantas veces
Antes
de conocerte, solo.
Un
plazo fijo tuvo
Nuestro
conocimiento y trato, como todo
En
la vida, y un día, uno cualquiera,
Sin
causa ni pretexto aparente,
Nos
dejamos de ver. ¿Lo presentiste?
Yo,
sí, que siempre estuve presintiéndolo.
La
tentación me ronda
De
pensar, ¿para qué todo aquello;
El
tormento de amar, antiguo como el mundo,
Que
unos pocos instantes rescatar consiguen?
Trabajos
del amor perdidos.
No.
No reniegues de aquello,
Al
amor no perjures.
Todo
estuvo pagado, sí, todo bien pagado,
Pero
valió la pena,
La
pena del trabajo
De
amor, que a pesar ibas hoy perdido.
En
la hora de la muerte
(Si
puede el hombre para ella
Hacer
presagios, cálculos),
Tu
imagen a mi lado
Acaso
me sonría como hoy ma ha sonreído,
Iluminando
este existir oscuro y apartado
Con
el amor, única luz del mundo.
(Desolación
de la Quimera, 1956-1962)
LUIS
CERNUDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario