Un
filósofo que tenía un solo par de zapatos pidió al zapatero que se
los reparara mientras él esperaba.
¨Es
la hora de cerrar¨,
le dijo el zapatero, ¨de modo que o puedo
reparárselos ahora.
¿Por qué no viene usted a recogerlos mañana?¨
¨No
tengo más que este par de zapatos, y no puedo andar descalzo.¨
¨Eso
no es un problema: le prestaré a usted hasta mañana un par de
zapatos usados.¨
¨¿Cómo
dice? ¿Llevar yo los zapatos de otro? ¿Por quién me ha tomado?¨
¨¿Y
qué inconveniente tiene usted en llevar en los pies los zapatos de
otro cuando no le importa llevar las ideas de otras personas en su
cabeza?¨
ANTHONY DE MELLO.
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