Son
muchos los aspectos de la vida de José García Moreno que
desconocemos. Fue un gran intelectual y como tal disponía de una
magnífica biblioteca y de un gran archivo de cartas políticas. Los
valiosos documentos y cartas se quemaron por simple ignorancia como
también sucedió con la biblioteca de incunables de Antonio García
Trevijano- además de la estupenda colección de fotografías de
actos y mítines políticos, destruida parcialmente por los obuses
que cayeron en la mansión durante la Guerra Civil.
García
Moreno fue presidente del Casino de Órgiva y dotó a este centro de
una pequeña biblioteca, también hoy perdida, y parece que su
actividad principal en estos últimos años de su vida se centró en
sus propiedades, la política -como jefe político del distrito- y el
ejercicio de la dignidad o empleo de juez municipal.
Varios
meses antes de morir fue nombrado gobernador de Illo-Illo, una de las
tres circunscripciones más importantes de Filipinas.
A
partir de este momento su casa se llenaría de regalos procedentes de
Filipinas; mantones
de Manila, tresillos, mesas, abanicos y
otros obsequios de adorno. Muy
conocida era la vitrina del pasadizo, con una colección única de
abanicos. Eran las atenciones de autoridades, militares, subordinados
y nuevos amigos de las islas.
García
Moreno sería un fumador empedernido. Su familia siempre veía en el
dormitorio, de noche, la luz de un cigarro que fluctuaba en la más
absoluta oscuridad. Una de sus mayores aficiones, como Antonio Maura
en Órgiva, era la cacería.
Un
día al regresar de una de éstas, de pronto, enfermó de una tisis
galopante. Falleció de tuberculosis pulmonar, a las cuatro de la
tarde del día 17 de septiembre de 1909, a los 52 años de edad. El
acta de defunción eclesiástica nos dice:
Como
cura de la Iglesia Parroquial de Órgiva, provincia y Arzobispado de
Granada, hoy día 18 de septiembre de 1909 mandé dar sepultura
eclesiástica en el cementerio de la misma al cadáver del cuerpo del
Excm. Sr. D. José García Moreno, Caballero de la Gran Cruz de
Isabel la Católica, ex diputado a Cortes, de 52 años de edad,
marido de María Trevijano Marra-López e hijo de Antonio y Feliciana
(…)
El
día 18 de septiembre, estando García Moreno de cuerpo presente,
llegó a Órgiva un correo señalando la fecha de toma de posesión
como gobernador de Illo-Illo, en Filipinas. La noticia fue lamentada
por la familia, los presentes y el vecindario de Órgiva.
Al
entierro de ofrenda mayor, con los mayores honores, sabemos que
vinieron gentes y representaciones de todos los pueblos de la
Alpujarra, Motril y Granada. En el templo y en la plaza no cabía una
persona más. Cuando el féretro llegó al cementerio la cola de
hombres seguía aún en la plaza. Asistió todo el pueblo... Un día
de luto general.
Fue
un día triste para Órgiva y la comarca. Ricos y pobres perdieron a
un demócrata mediador de conflictos, el más firme valedor, y
también un político respetado, un liberal de prestigio.
Natalio
Rivas sintió mucho el fallecimiento de su amigo y jefe político del
Distrito Electoral de Órgiva. Sería uno de los muchos días tristes
de su vida; perdió al padrino de su hija Concha, al mejor amigo de
la Alpujarra.
Todos
los que nacimos después y las futuras generaciones de orgiveños,
los hijos de los hijos, cuando vean el rótulo que da nombre a la
PLAZA GARCÍA MORENO -antigua plaza del Presidio, plaza de la Iglesia
y después plaza de la Constitución, a partir del día 2 de
noviembre de 1812, por publicarse en ella la primera Carta Magna (La
Pepa) y en memoria de tan dichosa época- podemos decir:
¨Hubo
una vez... un honesto político liberal, hijo y nieto... de
orgiveños, presidente de los Casinos de Granada y de Órgiva,
gobernador de Málaga, Caballero Gran Cruz de Isabel la Católica,
que representó al Distrito de Órgiva en la Diputación Provincial
de Granada y también en la Cortes Generales de España, artífice de
la carretera del puente sobre el río Guadalfeo a Vélez de
Benaudalla, procurador, abogado y juez municipal, regidor de
Illo-Illo en Filipinas, mediador de ricos y pobres, luz de muchos
enfermos y humildes de Órgiva¨.
Y
nadie, absolutamente nadie, como recuerdo y memoria de aquellos
orgiveños de principios de siglo, estará legitimado en el futuro
para cambiar el nombre de nuestra legendaria y ya mítica plaza de
JOSÉ GARCÍA MORENO, primer hijo predilecto de Órgiva y el más
patriota y decidido deputado por la prosperidad de nuestro pueblo.
JOSÉ
GARCÍA MORENO forma parte ya de nuestra Historia. Honró para
siempre el buen nombre de la Ciudad de Órgiva, de la que fue
diputado y, sin duda, su más ilustre y preclaro hijo.
JUAN
GONZÁLEZ BLASCO.
me interesará conocer qué litigios o enfentaientos pudo haber entre José moreno garcía y el carataunero Antonio Delgado, secretario de Cánovas
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