Libre
ya Platero del cabestro, y paciendo entre las castas margaritas del
pradecillo, me he echado yo bajo un pino, he sacado de la alforja
moruna un breve libro, y, abriéndolo por una señal, me he puesto a
leer en alta voz:
Comme
on voit sur la branche au mois de mal la rose En sa belle jeunesse,
en sa premiére fleur,
Rendre
le ciel jaloux de...
Arriba,
por las ramas últimas, salta y pía un leve pajarillo, que el sol
hace, cual toda la verde cima suspirante, de oro. Entre vuelo y
gorjeo, se oye el partirse de las semillas que el pájaro se está
almorzando.
...jaloux
de sa vive couleur...
Una
cosa enorme y tibia avanza, de pronto, como una proa viva, sobre mi
hombro. Es Platero, que, sugestionado, sin duda, por la lira de
Orfeo, viene a leer conmigo. Leemos:
...vive
couleur,
Quand
l´aube ses pleurs au point du jour l´a...
Pero el pajarillo, que debe de
digerir aprisa, tapa la palabra con una nota falsa.
Ronsard, olvidado un instante
de su soneto ¨Quand en songeant ma follatre j´acolle¨..., se
debe de haber reído en el infierno.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario