Un
forastero buscó al padre Pastor en el monasterio de Sceta.
-Quiero
mejorar mi vida -dijo-. Pero no consigo dejar de pensar en cosas
pecaminosas. El padre Pastor se dio cuenta de que fuera hacía viento
y pidió al forastero:
-Hace
calor aquí. ¿Podrías coger un poco de viento de fuera, traerlo
para refrescar la sala?
-Eso
es imposible .dijo el forastero.
-También
es imposible dejar de pensar en cosas que ofenden a Dios
-respondió el padre-.Pero
si sabes decir que no a las tentaciones, no te
causarán ningún daño.
PAULO COELHO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario