He
aquí un cuento del místico de Calcuta Ramakrishna:
Erase
una vez un rey al que un sacerdote solía leerle todos los días el
Bhagavad Gita. A continuación, el sacerdote le explicaba el texto y
decía: ¨Oh, rey, ¿has comprendido lo que he dicho?¨
Y
el rey nunca respondía ¨sí¨ o ¨no¨, sino que se limitaba a
decir: ¨Más vale que primero lo hayas comprendido tú.¨
Lo
cual afligía siempre al pobre sacerdote, que se había pasado horas
preparando su lección diaria para el rey y era consciente de que sus
explicaciones eran perfectamente lúcidas y claras.
Pero
el sacerdote era un sincero buscador de la Verdad. Y un día,
mientras se hallaba meditando, comprendió de pronto el carácter
ilusorio -la realidad
relativa- de
todas las cosas; casa, familia, riquezas, amigos, honor, reputación
y todo lo demás. Y lo vio con tal claridad que en su corazón se
apagó todo deseo de semejantes cosas.
Entonces
decidió dejar su patria y emprender una existencia de asceta
errante.
Y
antes de marcharse envió al rey el siguiente mensaje:
¨Oh,
rey, al fin he comprendido.¨
ANTHONY
DE MELLO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario