La
guerra civil sorprende a Miguel Hernández en Madrid. Ha publicado El
rayo que no cesa, su
consagración definitiva como poeta. Lucha en las trincheras,
mientras lee versos suyos a los combatientes. Versos que integrarán
el libro Viento del pueblo publicado
en 1937 (que sacarnos a la luz en parte). Libro de perfiles
revolucionarios, cuyos objetivos propagandísticos no impiden que la
capacidad retórica del poeta, más libre de imposiciones clásicas,
brille en muchos pasajes como si hubieras sido trabajados por un
orfebre.
Tras
su casamiento, esboza pronto el motivo del hijo que no tardará en
nacer, y cuyo fallecimiento (octubre de 1938) supondrá un nuevo
revulsivo para su poesía que se divide en dos frentes distintos; el
que continua atendiendo a los imperativos bélicos (El
hombre acecha) y
el intimista y sentimental que acentúa su patetismo elegíaco.
EDICIONES
GERNIKA,S.A.
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