martes, 2 de febrero de 2016

EL SECRETO DE LEONARDO DA VINCI.


LIII

  Febrero de 1502, Lucrecia Borgia, con veintiún años se casó por tercera vez con Alfonso de Este en Ferrara, y permanecería allí ya hasta el final de su vida pensando solo en su marido, sus hijos, e interesada por las artes, muy comedida en todas sus actuaciones.
¨No, se tuvieron que encontrar antes¨.
Los dos dedos índices marcan en paralelo las biografías de Leonardo y Lucrecia.
¨Aquí, por aquí tiene que ser¨.
El 14 de diciembre de 1499 Leonardo depositó 600 florines en el Hospital de Santa María Nuova de Florencia, lo más parecido a un banco en aquellos tiempos. Antes había abandonado Milán, con Salai, su discípulo y mucho más. Había pasado allí el periodo más largo de su vida, casi veinte años; pero su protector y mecenas, Ludovico Sforza, llamado el moro por el color oscuro de su piel, tuvo que huir ante la entrada de los franceses en la ciudad y, finalmente, cayó preso de estos. Leonardo comenzó un largo periplo que le llevó a Mantua, siendo invitado de la Marquesa Isabel de Este, a la que hizo dos retratos, uno de ellos se conserva en el museo del Louvre y hay quien ve en él un antecedente de La Gioconda. Isabel de Este era la hermana de Alfonso de Este, el futuro tercer marido de Lucrecia. La boda se llevó a cabo justo dos años después.
¨¡Así que Leonardo pintó en el año 1500 a la que después se convirtió en cuñada de Lucrecia! Bien¨.
Posteriormente, la marquesa volvió a solicitarle nuevas pinturas, incluso buscó recomendaciones para que Leonardo le hiciese otros cuadros, no lo consiguió.
¨Aquí está, Isabel de Este, marquesa de Mantua, Leonardo se negó a hacerle un retrato porque estaba concentrado en sus estudios matemáticos... ¿Y la batalla de Anghiari? Vamos a ver esto, es el año 1503, el mismo en el que también dicen los expertos comenzó a pintar La Gioconda. Le ha dicho que no a Isabel de Este y... ¿le va a decir que sí a Francesco el Giocondo, un mercader que no era ni mucho menos tan adinerado como dicen? Y hay otra cuestión más, no hay rastro del encargo, cuando sí lo hay del de La Batalla..., de los cobros a cuenta, y lo más importante..., no se lo entregó, el cuadro permaneció con Leonardo hasta su muerte. Se lo llevó a Francia. No, esto no es una petición de un comerciante, es otra cuestión la que lleva a Leonardo a pintar este cuadro. Además, La Gioconda tiene una gran cantidad de capas, como si fuese una obra inacabada, la fue retocando a lo largo de su vida, ¿como si fuese una obra inacabada? ¿Por qué?¨.
Umberto se levanta y da unos pasos sobre la mullida moqueta. El pantalón largo del pijama a cuadros, oscuro, y una camiseta de manga corta gris claro delimitan su figura alta y delgada. Llega hasta el ventanal, desplaza las cortinas con cuidado para que no hagan ruido ni entre mucha luz que despierte a Paolo. Sigue sin acostumbrarse a este tipo de días, echa de menos la luz del Mediterráneo y, mirando el tráfico de la calle, recuerda lo que su hijo le ha dicho el día anterior en el museo.
¨Yo la veo sencilla y delicada, posando amablemente para ser pintada...¨.
Gira la cabeza y fija la mirada en la mesa escritorio, junto a ella está depositado verticalmente el tubo que contiene los pósters, cierra la cortina y despliega el de La Gioconda bajo la luz de la lámpara.
¨El toque enigmático solo se lo puede dar el pintor, no es de ella¨.
Repasa detenidamente el rostro, la sonrisa, el gesto.
¨El toque enigmático... ¿Qué es lo que ha captado Paolo para decir eso? El toque enigmático... ¡La ve como un enigma a resolver, que es lo que más le atraía a Leonardo! ¡Eso, unido a que era la mujer más bella y culta de la época con solo veinte años...!¡Ahí salta automáticamente el interés por ella!¨.
Umberto cree estar en el camino correcto para comprender a Leonardo da Vinci.
¨Él la apreciaba, le transmitía nuevas sensaciones¨.
De nuevo se sorprende al recordar las palabras de Paolo.
¨¡Él la amaba! Es eso, ¡él la amaba! Eso es lo que ha captado Paolo¨.
¨Sin embargo, está perfectamente documentado que Leonardo, cuando tenía unos veinticuatro años, estuvo encausado junto con otros dos jóvenes por un asalto sexual a un adolescente de diecisiete años. La relación con sus discípulos Salaino y Melzi también está documentada. Leonardo da Vinci tuvo con ellos una relación con escenas de celos incluidas, tampoco hay rastro del amor del genio por una mujer. ¿Conoció Leonardo a Lucrecia y tuvo dudas sobre su verdadera condición sexual? Si fue así, la impresión para él debió de ser importante¨.
¨¿Qué edad tenía Leonardo en el año 1500? Cuarenta y ocho. Lógico, si hasta esa edad piensa en que no le gustan las mujeres y ahora encuentra una que le atrae, la duda interior está asegurada¨.
¨Pero ¿cuándo, cuándo se pudieron encontrar? Los dos debían tener conocimiento el uno del otro, todo lo que les rodea es común para ambos. En marzo de 1500, Leonardo llega a Venecia e idea métodos para defender la ciudad de un posible ataque turco, después marcha a Florencia. Un breve viaje a Roma en marzo de 1501 y en abril está de nuevo de regreso en Florencia, es huésped de los Servitas; Isabel de Este ya inicia su persecución y escribe al carmelita Pietro di Nuvolaria para que Leonardo le pinte un nuevo retrato o ¨cuadrito de la Virgen, devoto y dulce como es natural¨. Pero el fraile le responde que ¨sus experimentos matemáticos le han distraído tanto de la pintura que no puede soportar el pincel¨.
Umberto no levanta la mirada, pasa su mano por la barba, busca...
¨Un momento, ¿dónde estaba Lucrecia Borgia en marzo de 1501?¨.
Vuelve al ordenador.
¨Se marcha al castillo de Nepi, aquí, 30 de agosto de 1500, un mes después del asesinato de su segundo esposo, que fue en julio. ¿Y cuando vuelve a Roma? Fecha exacta, no la tengo¨.
Busca el dato insistentemente por toda la red.
¨Después de ir a Nepi, ¿cuándo regresa Lucrecia Borgia a Roma? ¿Cuándo, cuándo?¨.
No lo encuentra.
¨Septiembre a marzo, seis o siete meses, es más que probable. Cumplir el periodo de luto era severísimo en la época, además, estaba realmente muy afectada, las cartas que escribía las firmó con ¨La Infelicissima¨.
Paolo comienza a moverse en la cama, Umberto mira el reloj, las 8:30.
¨Nepi, la fortaleza Borgia está en la Vía Amerina, en esa época conectaba Roma con los territorios del norte..., y desde que Francia ataca Italia y cae Ludovico, Leonardo no tiene el tan necesario respaldo de un gobernante, el hombre con poder, debe estar buscando un nuevo mecenas, y en esos momentos, ¿quiénes mejor que los Borgia en todo su esplendor? En 1502 entró al servicio de César Borgia. ¿Llegó hasta él a través de Lucrecia? Estuvo presente en el sitio de Urbino, cuando se produce el saqueo de la biblioteca consigue hacerse con un manuscrito de Arquímedes al que salva de la quema. Le fueron otorgados poderes para inspeccionar todas las fortalezas y decidir sobre los cambios en sus defensas. En Forli conoce a Caterina Sforza, de la que también se ha llegado a decir que es la modelo de La Gioconda, pero eso es después. Antes, antes se ha debido producir el encuentro. En Nepi, en Nepi, allí se pudieron encontrar y conocer¨.

ANTONIO BUSTOS BAENA.

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