Por
unos días vinisteis a Cañete
En
la hostelería os dimos la bienvenida
Llegásteis
con mucha hambre,
Corriendo,
directos a la comida
Pues
ya era un poquito tarde
Y
en eso sólo, pensaba vuestra mente.
Recuperados,
pisamos esta tierra
El
hermoso río Cuervo visitamos,
Virgen,
río Cuervo natural
Cualquier
soñador mortal
Se
olvida de todo mal
Caminamos
por la Sierra
Muchos
ríos contemplamos
Y
al vértigo de Cuenca
Todos
nos asomamos
Agua...
agua... agua
Que
fecundas la tierra
Que
recorres alegre
Don
de la naturalez
Así
la vida empieza
Verde
que te quiero verde.
Los
pinos, la sabina, el espliego
Colores
de este tapiz manchego,
Cárdeno
al atardecer sus cielos
Verde
el de sus huertales
Ocre
el de sus campos yermos
Dorado
el de sus trigales.
Por
unos días... compañeros
Por
unos días... amigos
Compartimos
y vimos una maravilla
En
esta deslumbrante mancha de Castilla.
Hostelería
de Cañete, Cuenca. Mayo de 1997.
JUAN
MARCOS CLIMENT CARBONELL.
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