Le
reproché a Josefina diciéndole: ¨No eres de mala suerte ni te
persiguen los malos espíritus; lo que pasa es que no tienes fe¨.
Ella replicó: ¨Sí tengo fe, porque todos los días rezo,
creo en Dios y le pido, pero no me da resultado¨. Le
contesté: ¨No es fe lo que tienes, sino ilusiones; la fe
consiste en tener plena convicción, seguridad, tranquilidad y calma;
persistir en el trabajo para lograr lo que se desea y continuar
pidiéndole a Dios, no importa
que no veas los resultados inmediatamente. Si lo que deseas está en
Armonía Cósmica, se cumplirá como quieras¨. Le expliqué
que las ilusiones se parecen a la fe, pero cuando hay obstáculos los
ilusos se desaniman. Josefina
salió de mi oficina prometiendo tener la fe que mueve montañas. Y
lo cumplió, porque después me visitó nuevamente diciéndome que
todo había cambiado para ella. No la perseguían los
¨espíritus¨, se casó y vivía completamente feliz. Esta mujer
aprendió que la verdadera fe mueve las montañas, hace milagros.
JOSÉ
FARID H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario