Como recordará adquirí la Trilogía del Éxito, como usted llama a tres libros maravillosos. Y desde cuando comencé a practicar la metafísica, relajándome y visualizando con fe y convicción, recibí una fuerte y positiva emoción, como si fuese una gran egergía misteriosa. Tuve una corazonada de que todo cambiaría favorablemente para mí. Confié en la solución, aunque no sabía de qué manera ésta se produciría. Usted me dijo un día que el Ser Supremo que mora en mí, me daría la respuesta, si yo la esperaba con serenidad y calma, pero sin dejar de hacer la diligencia en todo momento.
Se me iluminó el cerebro y decidí salir de casa a visitar a algunas amistades y familiares y contarles que deseaba establecerme por mi cuenta. A los pocos días una amiga a quien había visitado, fue a visitarme donde vivía y desde cuando la ví supe que me daría una buena noticia. Efectivamente así fue. Me dijo que iba a vender su ¨Abastos¨ porque se marcharía a casa de unos familiares a otra región del país y se le ocurrió que yo era la persona indicada para venderme su negocio, por lo que le había manifestado. Yo no tenía el dinero suficiente, porque mis ahorros no alcanzaban ni siquiera a la mitad del valor del establecimiento. Pero mi amiga estuvo dispuesta a acreditarme el resto, pese a que otro señor estaba interesado en comprar de contado.
JOSÉ FARID H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario